El estadounidense, Logan Paul, quien alcanzó el estrellato gracias a sus populares videos colgados en la plataforma YouTube, se disculpó de manera oficial con todos sus seguidores, luego de haber publicado un corto de su visita al misterioso Bosque de Aokigahara o “Bosque Suicida”, ubicado en Japón, durante el cual quedó grabada la imagen de un supuesto cadáver suspendido en una cuerda.
La “insensibilidad” de este personaje del internet, generó la ira y desprecio de sus fanáticos, por lo que no pudo evitar ser el blanco de las críticas, por haberse osado a mostrar terribles planos del presunto suicida con el rostro “editado”. Debido a ese penoso caso, fue catalogado como amarillista e inhumano por cientos de personas en las redes sociales.
Paul, quien posee en la actualidad más de 10 millones de suscriptores en su canal de YouTube, tuvo que eliminar el video y disculparse casi de inmediato con su público, alegando que se había equivocado “por la sorpresa y asombro” que sintió en el momento de la grabación. El clip, con duración de más de 15 minutos, fue visto por al menos seis millones de personas en todo el mundo, antes de ser "borrado para siempre".
Por supuesto, hubo otros que descargaron el contenido, y subieron nuevamente el desagradable seudo-documental japonés de Logan. "Esto me recuerda el gran alcance que tengo, y con un gran poder viene una gran responsabilidad... Por primera vez en mi vida me arrepiento de decir que manejé ese poder de forma incorrecta. No volverá a suceder”, destacó Paul en su disculpa pública.
Incluso estrellas de la pantalla chica en su natal Estados Unidos, se pronunciaron sobre el incidente, como Sophie Turner “Sansa” de la serie dramática Game Of Thrones, quien comentó lo siguiente: “Eres un idiota. No estás creando conciencia. Te burlas. No puedo creer lo autoelogioso que es tu ‘disculpa’. No mereces el éxito que tienes. Ruego a Dios que nunca tengas que experimentar nada como lo hizo ese hombre”.
Aokigahara es conocido por ser un sitio donde muchos jóvenes deciden acabar con sus vidas, sin saberse el porqué. En una época, hubo tantos casos de víctimas diarias que se crearon grupos policiales y de voluntarios, para buscar los cuerpos en el perímetro.
Una novela llamada Kuroi Jukai (o “Mar de los árboles”) de 1960 incentivó -de alguna forma- a que esto se incrementara, puesto que los protagonistas, dos amantes, acordaron suicidarse dentro de ese bosque… y las personas siguieron su ejemplo.