La actriz norteamericana Sarah Jessica Parker confirmó a la prensa que de hacerse un nuevo Sex and the City -hipotéticamente- habría que abordar varios hechos y situaciones que nunca se plantearon cuando el boom de la serie en los noventa.
Parker, de 53 años de edad, conversó con el equipo de Metro al cual aseguró que mucho cambió en el plano político, económico y social, desde que vimos por última vez al cuarteto conformado por Carrie Bradshaw (Sarah), Samantha Jones (Kim Cattrall), Miranda Hobbes (Cinthia Nixon), y Charlotte York (Kristine Davis).
“Quienes disfrutaron la serie saben que no hubo mujeres de color que representaran una idea, o debates sustanciales sobre los problemas de la comunidad LGBT. Tal vez Carrie era en gran medida un producto de su generación, y sus conversaciones de política sexual e intimidad pertenecían a aquella época”, opinó la blonda.
Añadió que sería interesante ver a su personaje lidiando con los tiempos de hoy, sin olvidar ese sentimiento joven y fresco de cuando impactó al mundo en 1998.
“Sí creo que ella tendría mucho que decir al respecto. Sería una columna muy interesante para leer. Esta ciudad (Nueva York) cambió en muchos aspectos. Eso lo habría transformado en un show completamente nuevo”, acotó la actriz.
Ya en sus últimos años Sex and the City fue fuertemente criticada por trabajar con un elenco de actores blancos en su mayoría, también por su rechazo a tendencias poco convencionales como la bisexualidad, y hasta de pasar por alto afecciones médicas graves, caso de la vulvodinia.
El programa no abordó todo lo relativo a la sexualidad, pero sí fue pionero en dar una voz a la comunidad femenina respecto al tema. Se emitió por última vez en los primeros meses de 2004, pero su legado sigue vigente en la memoria de quienes disfrutaron sus geniales episodios.
Recientemente el programa de comedia Saturday Night Live abordó un sketch relacionado con él, mezclado con otro boom de la pantalla chica americana: The Handmaid's Tale. El resultado fue delirante.