En 1998, cuando el productor Darren Star intentaba poner en marcha su serie de HBO, Sex and the City, no había conseguido un acuerdo real con la actriz Sarah Jessica Parker. Lo que hasta hace nada se mantuvo en secreto, fue que la rubia podía ser reemplazable.
Hubo alguien sentada en el banquillo lista para tomar el puesto, y se trataba de la estrella de House, Lisa Edelstein. La morocha confirmó eso que inició como cualquier otro rumor de tabloides.
“Era muy cierto. Sucedió”, dijo Lisa para el equipo de Access Hollywood. “Yo había firmado el contrato. Todo lo que se interponía, era la decisión final de Sarah sobre la serie. Mi contrato fue completo, yo sólo esperaba respuesta”, explicó.
Una vez que Star estableció el reparto, comenzaron las grabaciones de la picante serie. No sabía si tenían en sus manos un programa exitoso, y para su sorpresa así fue.
Edelstein reveló que nunca pudo ver un episodio de las seis temporadas de Sex and the City, porque le resultaba doloroso imaginar que pudo haber sido ella.
Lo más curioso del caso, es que actualmente Sarah y Lisa protagonizan series que hablan de matrimonios rotos. La primera sigue en Divorce, una comedia televisiva creada por Sharon Horgan para HBO con dos temporadas al aire.
Mientras Edelstein actúa en Girlfriends' Guide to Divorce, un show de humor negro desarrollado por Marti Noxon para Bravo, que ahora puede disfrutarse en Netflix. Se basa en la saga escrita llamada Girlfriends' Guides de Vicki Iovine.
Respecto al final feliz que vimos en la serie, y más tarde en las dos películas de la franquicia, Star confesó que posiblemente haya traicionado a sus propios seguidores.
“La premisa del show era que las mujeres no necesariamente encuentran la felicidad con el matrimonio. Nos diferenciamos de las comedias románticas que todos conocen. Eso hizo que el público se interesara. Al final, se convirtió en una comedia romántica convencional, y es triste”, opinó.