Alcohol, comida, drogas, robo, juego, sexo y tecnología son algunas de las cosas que pueden convertirse en adicciones. Estas dependencias generan ansiedad, angustia e incluso depresión, y aunque parezcan difíciles superar, puede lograrse.
Las drogas y alcohol son dos de las más comunes y en el mundo del espectáculo suelen estar presentes, de allí que continuamente se escuchan historias de artistas que pasaron por momentos duros.
El conocido actor y productor de cine, televisión y teatro estadounidense Samuel L. Jackson, nacido el 21 de diciembre de 1948, se vio envuelto en este oscuro mundo que afortunadamente superó a tiempo.
Fue a finales de los años sesenta cuando en la universidad empezó a beber, fumar marihuana y tomar LSD, hasta 1991 cuando consiguió dejarlo, después de que su hija de ocho años lo encontró inconsciente en la cocina rodeado de drogas y alcohol.
"Tenía una excelente reputación como actor teatral. Era un jodido drogadicto y la mayor parte del tiempo no sabía lo que hacía, pero estaba bien considerado. Era puntual, me sabía el guión, lograba lo que me proponía. No ganaba mucho dinero pero desde un punto de vista artístico estaba satisfecho", reveló el actor.
De igual manera, agregó: "Trabajaba en obras cuyo guion había ganado el premio Pulitzer. Trabajaba al lado de personas que me ayudaban a crecer como actor, era un reto. Así que mi carrera estaba bien encaminada y lo único que se interponía en mi camino era mi adicción. Una vez logré superarlo…¡boom! Se abrieron todas las puertas".
El actor reconoce que su esposa LaTanya Richardson fue un gran apoyo para superar la dependencia al alcohol y a las drogas, y a partir de ese momento su visión actoral tuvo otro rumbo y otra dimensión.
"Mi esposa LaTanya siempre ha estado a mi lado y es mi crítica más dura. Solía decir, eres tan inteligente que cuando lees algo por primera vez crees que lo has comprendido y has captado la profundidad emocional, luego consigues encontrar las inflexiones vocales y las expresiones faciales correctas. Sin embargo, tus personajes no tienen alma. Y yo pensaba… Joder, todo consiste en aparentar, ¿de qué diablos me estás hablando?", sonfesó.
"Hasta que no dejé las drogas no comprendí lo que quería decir. Antes, cuando estaba en el escenario me guiaba por las reacciones del público. ¡Ya son míos!, pensaba. Cuando conseguí ignorarlo y me centré en mi interacción con mis compañeros en el escenario, finalmente conseguí convertirme en el actor que soy ahora", aclaró el afamado actor.
Samuel L. Jackson, quien actualmente es uno de los actores más taquilleros de Hollywood, fue criado por sus abuelos y su tía en Chattanooga en Tennessee, una localidad de los Estados Unidos marcada por la segregación racial.
Su madre Elizabeth pasaba muchas horas fuera de casa por trabajo y su padre alcohólico lo abandonó de pequeño. En la misma habitación coincidieron no más de dos veces.