¿Se imaginan a Salma Hayek viajando al espacio? Quizás no, porque la costumbre es verla actuar; sin embargo, antes de llegar a la actuación, ser astronauta estaba entre sus aspiraciones.
Y es que a la artista nacida en Veracruz, México, le llama la atención todo lo que tiene que ver con las misiones espaciales y de allí que considera que si la envían alguna vez al espacio sería un trabajo perfecto para ella.
De hecho ese interés por la luna y los planetas es uno de los gustos que comparte con su esposo, el empresario francés Francois Henry Pinault.
Coincidencialmente, cuando ambos se conocieron, en una exposición en Venecia (Italia), uno de los temas de conversación giró en torno al sueño de cada uno de no haberse dedicado a sus profesiones actuales, y ambos coincidieron en que les hubiese gustado ser astronautas.
Las teorías físicas también captan la atención de Hayek, al igual que la de su esposo. “Ese es otro de mis intereses secretos”, asegura la protagonista de Frida.
En 2016 Hayek publicó en su cuenta de Instagram una fotografía junto a los astronautas Ron Garan y Leland Melvin, a quienes conoció en el festival Global Citizen. En la gráfica también aparece la ingeniero Anousheh Ansari, quien ha viajado a la Estación Especial Internacional.
La actriz manifestó su emoción por conocerlos y alabó los proyectos que adelantan “para inspirar al mundo”.
Hayek también sentía inclinación por las Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales. Cuando le tocó entrar a la universidad, en Ciudad de México, se inclinó por esta carrera.
A pesar de que le iba muy bien cursando sus estudios superiores, Hayek decidió dedicarse a la actuación.
Incursionó en México en algunas ficciones, entre ellas protagonizando y dándole vida a la famosa y mala Teresa, y aunque su carrera en su país natal también era próspera, decidió ir en busca de sus sueños y viajó a Los Ángeles en Estados Unidos para hacerse un nombre en Hollywood.
Actualmente vive feliz en la capital francesa, junto a su esposo y su hija Valentina Paloma.