Son bien conocidos los casos de algunas actrices que reciben propuestas indecentes en su camino a la fama. Muchas prefieren callar aquellos episodios que siempre dejan secuelas psicológicas, pero otras los revelan para quitarse un peso de encima y dejar al descubierto que no todo es color de rosa en el séptimo arte.
Reese Witherspoon no escapó de esta triste realidad. La actriz, protagonista de Cruel Intentions (Juegos Sexuales,) sufrió una difícil situación de agresión sexual los 16 años con un cineasta de Hollywood.
"Me siento realmente asqueada con el director que me atacó sexualmente y estoy enojada con los agentes y los productores que me hicieron sentir que el silencio era condición de mi trabajo. Y no fue un incidente aislado en mi carrera. He sufrido múltiples experiencias de acoso y ataques sexuales, y no hablo sobre ellos muy a menudo ", relató.
La actriz alzó su voz de protesta luego de que muchas otras mujeres del mundo del cine decidieran hacerlo. "He hablado con muchas actrices y escritoras, particularmente con mujeres, que han tenido experiencias similares y muchas de ellas han salido a hablar públicamente. Esa verdad es realmente alentadora para mí y para todas las demás en el mundo, porque sólo puedes sanar diciendo la verdad", agregó.
La intérprete de June Carter Cash en la película Walk the line (En la cuerda floja en España y Johnny y June: pasión y locura en Hispanoamérica) destacó los duros momentos que tuvo vivir en aquel entonces y lo difícil que le resulta ahora, cada vez que aquellos hechos regresan a su mente.
“Es muy difícil dormir, pensar, comunicar muchos de los sentimientos de ansiedad o culpa que he tenido por no haber hablado antes. He querido hablar porque me siento menos sola esta semana de lo que me he sentido en toda mi carrera”, dijo.
Otro momento difícil para Reese Witherspoon fue durante su participación en la película Alma salvaje (en idioma inglés: Wild), donde interpreta a una mujer torturada emocionalmente. En el filme la actriz encontró las escenas de sexo más "desalentadoras".
"Las escenas de sexo eran el 3 por ciento de la película, pero tomaron una enorme cantidad de miedo en mi mente", dijo la estadounidense, quien hasta el momento se ha hecho acreedora de un Oscar, un Globo de Oro, un premio BAFTA y otro del Sindicato de Actores.