Fue una serie de televisión que superó las expectativas de su época, ganándose el cariño de la audiencia dentro y fuera de Estados Unidos.
Who’s The Boss marcó una pauta en nuestra cultura, al mostrar a una familia no tan tradicional, pero sí muy devota de sus integrantes.
Resultó curioso ver a los protagonistas, Ángela Bower (Judith Light) y Tony Micelli (Tony Danza) vivir bajo el mismo techo sin el beneficio del matrimonio. Eso marcó un punto sin precedente en aquel estilo de hacer programas para todo público.
A modo de rendirle honor a su legado en la pantalla chica, el magazine Entertainment Weekly reunió por primera vez -en muchos años- a los actores Alyssa Milano, Katherine Helmond, Danny Pintauro con Light y Danza para un día inolvidable.
Cada uno de ellos continuó su camino al finalizar la serie. Por ejemplo, Judith se dedicó más a las producciones teatrales y se transformó en una voz aliada para la comunidad LGBT, mucho antes de que estuviese en boga.
Danny tuvo que abrir su corazón ante las cámaras, refiriéndose a sí mismo como una persona homosexual que está enfrentando una fuerte batalla contra el VIH.
Resolvió participar en diversas reuniones para concientizar sobre los peligros de las prácticas sexuales sin protección, y hasta se casó con su compañero de muchos años Wil Tabares.
Alyssa intervino en series como Melrose Place y Charmed, entre otros proyectos televisivos que le dieron notoriedad en los medios. Tony se arriesgó a sacar un talk show que no tuvo el éxito esperado y Katherine apareció en algunas películas de bajo perfil hasta que entendió que debía optar por el retiro.
En la reunión, fue posible sentir la química entre los cinco artistas. El tiempo pasó, sí, pero su aprecio mutuo se mantuvo sin importar qué.
De momento queda descartado un regreso de la serie como sucedió con Full House o Roseanne, aunque queda la esperanza de que al menos hagan un sólo capítulo para complacer sanamente a su vieja audiencia local e internacional.