Actuar todavía es agradable para Anthony Hopkins. De hecho este año continuará en las pantallas, sin embargo el británico tiene dos nuevas pasiones: la música y la pintura.
“Ya no hay desafíos para mí. No, ninguno en absoluto. Estoy mucho más interesado en pintar y componer música. Me he convertido en lo que siempre quise ser, un actor profesional.Estoy despegado, hago lo mío. Trabajo duro en eso, pero no me dedico a ello. Mientras me paguen a tiempo y obtenga un buen guión con un buen director, me divierto. Eso es todo”, ha comentado el actor a los medios británicos.
Aunque Hopkins reveló que no tiene conocimiento sobre pintura, aseguró sentir una gran pasión por los colores y así lo demostró en 2010 cuando expuso medio centenar de cuadros en una galería en Londres, donde se exhibieron 50 pinturas en acrílico y tinta.
Hopkins, quien ahora dedica gran parte de su tiempo libre a mejorar su arte y se define a sí mismo como “un artista tímido”, comenzó a pintar en 2002 animado por su esposa, quien vio algunos de sus dibujos en sus guiones y le dijo que eran bastante buenos. Desde entonces, se ha tomado más en serio este oficio.
De las muestras exhibidas en Londres se destaca el estilo enérgico y colorido de Hopkins, quien usa una paleta en lugar del pincel tradicional en sus creaciones, que son generosas en textura y color.
Muchas de sus piezas son fuertes, intensas y muy abstractas. Algunas son retratos con ojos que capturan la atención de quienes la observan. En fin todas son diferentes, pero tiene un común denominador: ojos expresivos y mucho color.
“Mi padre me llevó a una iglesia y estaba asombrado por los vitrales, y cuando era niño veía los colores mil veces más brillantes, porque así es como los niños ven las cosas”, declaró el actor al referir que parte de su inspiración es un recuerdo de infancia.
Asimismo Hopkins ha dejado claro que sus pinturas no tienen un significado específico. “Yo solo pinto. Descubro mientras pinto, no lo analizo, solo lo hago. Nunca he tenido esa clase de disciplina académica para trabajar siguiendo las reglas. Trabajo por ensayo y error. Creo que soy puramente instintivo”, señaló el protagonista de El silencio de los inocentes, quien califica su arte como primitivo e infantil “porque soy un niño”.