Farizabonu Kadirova, de 30 años, de Shah Alam, Selangor (Malasia), encontró dos pequeños huevos blancos en el sofá de su casa a mediados del mes pasado y decidió hacerse cargo de ellos hasta que eclosionaran.
Aunque Farizabonu no sabía muy bien a qué especie pertenecían los huevos, estaba decidida a cuidarlos igualmente.
Lo primero que hizo fue ponerlos bajo una lámpara LED envueltos en servilletas de papel a modo de incubadora para mantenerlos calientes.
Después, Farizabonu utilizó la linterna de su iPhone para crear calor y poder ver el interior del huevo y asegurarse de que se desarrollaban y se movían.
Al final, los cuidados dieron sus frutos y de los huevos salieron dos reptiles.
Fuente DPA.