Al actor y productor estadounidense Brad Pitt le ha sucedido de todo en la vida: desde vestirse de pollo para hacerle publicidad a un establecimiento comercial en Los Ángeles, Estados Unidos, cuando aún no era una estrella famosa, hasta dormir en el carro porque no tenía dinero para cancelar un alojamiento o simplemente cumplir funciones de chofer para rebuscarse.
También su atracción por las mujeres lo ha metido en graves problemas e incluso su integridad física estuvo en peligro a mediados de los años 90 debido a un lío de faldas.
En aquella época, el protagonista de Seven tuvo una relación sentimental con la actriz y modelo Robin Givens.
Givens era esposa del boxeador Mike Tyson. Si bien la pareja estaba gestionando su divorcio para ese momento, de vez en cuando sostenían encuentros maritales que de alguna manera mantenía viva la relación.
Según relató Tyson en su autobiografía Undisputed Truth (Verdad indiscutible), decidió acercarse a la residencia de Givens porque ésta no se presentó a una cita para los trámites de la separación.
Su ausencia le pareció extraña, por lo que inmediatamente fue para ver que sucedía.
Cuando llegó al inmueble, Tyson asegura que encontró a su ex mujer en la cama con Brad Pitt y que éste, preocupado, se arrodilló frente a él para pedirle que no lo golpeara.
La excusa de Pitt fue que estaba ensayando con Givens un guion que contenía una escena de amor, lo que no convenció a Tyson pues cerca del lugar no se encontraba ningún libreto.
Sin embargo, el conocido boxeador optó por calmarse y dejó ir a Pitt, sin ni siquiera tocarle un pelo, incluso el boxeador asegura que hasta se rió.
A pesar de que ese hecho salió a la luz pública en 2012, cuando Tyson lo narró en un programa de televisión, el actor estadounidense no ha dicho una palabra al respecto.
A muchos les llama la atención el hecho de que ni siquiera lo haya desmentido, sobre todo ahora que recientemente Tyson dio los pormenores del supuesto incidente en su libro autobiográfico Undisputed Truth (Verdad indiscutible).