Estar deprimido es una enfermedad muy fuerte que desordena la vida diaria de las personas. Muchas veces podemos pensar que es momentáneo o que se trata de un sentimiento no tan significativo; sin embargo, cuando la situación se repite en reiteradas ocasiones, hay que estar muy atentos.
Una de las personas que se ha detenido a hablar de su depresión es la cantante de la exbanda musical Destiny’s Child, Michelle Williams, quien contó durante una entrevista que está pasando por esta situación desde que comenzó la adolescencia.
“Pensaba que eran los problemas propios del crecimiento, que era la sensación normal de cualquier niña que se estuviera convirtiendo en mujer”, dijo Williams, quien confesó que durante su agrupación con las Destiny’s Child también estaba depresiva, así como en su etapa universitaria.
La también actriz explicó lo difícil que se le hacía muchas veces hablar del tema y compartir sus sentimientos, ya que muchas personas que no habían pasado por algún cuadro depresivo no entendían como alguien tan querido por la gente y con una vida llena de éxitos pudiese estar desanimada.
Williams aclaró que estar deprimido no se traduce en ser desagradecido, como lo ven muchas personas. “Puedo sentir gratitud porque el sol brille en el cielo y, aun así, sentirme triste”, explicó la estadounidense, quien describe este estado de ánimo como un desmoronamiento lento, un sentimiento de desesperanza y de pérdida de interés.
La cantante contó que cada vez que comenzaba a sentirse de esa manera intentaba hacer ejercicio o alguna otra actividad que no le permitiera hundirse por completo, ya que luego le resultaba más difícil regresar a un estado estable.
Williams señaló que nunca se imaginó necesitar algún tipo tratamiento, pues consideraba que ese tipo de ayuda era para personas que habían pasado por momentos muy duros, como abusos o situaciones más complejas que las de ella.
Sin embargo, una vez cumplió los 30 años de edad se dio cuenta que su depresión la había cambiado por completo y fue entonces cuando decidió asistir a terapia, lo que considera una de las cosas más sensatas que ha hecho.