Ser diagnosticado con una enfermedad a los 27 años, es algo que puede resultar realmente tormentoso. Michael J. Fox fue diagnosticado con parkinson cuando su carrera actoral estaba en auge.
Para el momento, el actor estaba rodando la película Doc Hollywood en el año 1991 y formaba parte del elenco de la serie de televisión Spin City. Sin embargo, no reveló su enfermedad al público sino siete años después de ser detectado.
Durante estos años, el actor no paró de trabajar en distintos proyectos para mantenerse ocupado; además encontró refugio en el alcohol, situación que se estaba saliendo de control, por lo que decidió parar la bebida.
Actualmente el actor agradece poder hacer todo lo que acostumbraba en su día a día, ya que el diagnóstico de los médicos, una vez detectado el parkinson, era que Fox podía quedar inmóvil.
“Me diagnosticaron hace 25 años, y se supone que solo iba a poder trabajar otros 10. A estas alturas ya debería estar prácticamente discapacitado, pero la realidad no podría ser más distinta”, expresó el actor durante una entrevista con Haute Living hace dos años.
Fox agradeció poder, dentro de lo que cabe, tener una vida normal. Aunque confesó que hay unos días más duros que otros, ha aprendido a no ocupar todo su tiempo en pensar en la enfermedad.
Una de las consecuencias más duras que le ha tocado vivir con la enfermedad es la pérdida del equilibrio. “Te caes un par de veces a los 55 años y te das cuenta de que ya no tienes 25”, dijo Fox en tono de broma.
La meditación y el boxeo lo han ayudado a sobrellevar la pérdida del equilibrio y además lo distraen de la situación.
A propósito de su lucha contra el parkinson, Fox fundó una ONG en el año 2000, la cual lleva su nombre, que se dedica a buscar una cura contra dicha enfermad. The Michael J. Fox Foundation había recaudado 650 millones de dólares para el año 2016.