En el pasado año 2017, Jim Carrey sufrió momentos muy difíciles en su vida como el suicidio de su exnovia, lo cual cambió su vida de forma drástica. Para esta época tenía más de un año que no estrenaba ninguna película, y tres años sin protagonizar una comedia, siendo la última Una pareja más idiota.
No obstante, él siempre fue reconocido como un comediante realmente brillante que también es capaz de pasar al drama y hasta el misterio con muy buenos resultados, hasta que comenzó a preocuparlos a todos por un hecho desafortunado.
En un evento importante realizado en la ciudad de New York, el actor causó controversia cuando Catt Sadler quiso hacerle una entrevista y tuvo un comportamiento bastante extraño, que de hecho resultó errático.
Se especularon muchas razones por las cuales eso estaba sucediendo, al punto que se pensó que esos cambios drásticos de actitud eran por estar bajo algún tratamiento médico, entre otras teorías menos viables.
Básicamente lo que sucedió fue que dijo a la entrevistadora que estaba en dicho evento por lo ridículo e insignificante que era, y luego comenzó a filosofar acerca de que todo el alrededor no existe.
Finalmente se logró aclarar la situación cuando se contactó nuevamente y dijo que era un nuevo alcance de su persona como comediante, por lo que no solamente se trataba de una broma sino un experimento, o más bien una especie de ensayo.
Era una mezcla de interpretación, comedia y sobrepasar los límites sociales, muy similar a lo que hacía un comediante anterior conocido como Andy Kaufman, a quien Carrey interpretó en la cinta conocida como El lunático. Él siempre buscaba reinventar la comedia bajo diferentes formas, tanto que su muerte se llegó a pensar que era una broma.