Era conocida la ferviente obsesión del músico estadounidense Frank Sinatra por la actriz Ava Gardner. Esta nunca disminuyó, pero también hubo otras mujeres que hicieron titulares en su vida, caso del ícono y sex simbol Marilyn Monroe, la actriz Mia Farrow o la modelo Barbara Marx.
En una biografía llamada Sinatra: The Chairman escrita por James Kaplan, el lector puede tener una visión íntima de las relaciones más sonadas del “Viejo de ojos azules”. Aparentemente, Frank siempre estuvo muy ocupado con las damas.
Para 1961, se habló de un flechazo con la sexy Monroe. Los dos se habían cruzado en varias ocasiones por trabajo o en alguna glamurosa fiesta, pero esa vez se pensó que algo serio estaba surgiendo.
Después del divorcio de Marilyn con el toletero Joe DiMaggio, Sinatra y éste se emborracharon y terminaron derribando una puerta de hotel, ayudados por cinco secuaces, esperando encontrar a la blonda en la cama con otro hombre.
Sinatra terminó pagando 7,000 dólares a Florence Katz, mujer de 35 años que se despertó aterrorizada en su habitación, al encontrar a la leyenda del béisbol y al famoso cantante junto a su cama.
Cuando se realizó el funeral de Monroe, DiMaggio hizo que Frank se alejara de allí. Se habían convertido en rivales, cada uno creyendo que pudieron salvar a la diosa del cine de su triste fin.
Milt Ebbins, gerente de talento, afirmó que Sinatra estaba “increíblemente enamorado de Marilyn”. Fue tanta la conexión, que Jilly Rizzo, el esbirro principal de Frank relató que “él le preguntó si quería ser su esposa, pero ella respondió que no”.
Con Mia Farrow el intérprete de New York, New York tuvo una relación volátil por largo tiempo. Se casaron el 19 de julio de 1966 y se divorciaron poco más de dos años después. Él tenía 49 años y ella apenas 19.
Había una fuerte atracción física. “La pareja pasó mucho tiempo en el dormitorio”, destacó el ayudante de cámara de Sinatra, George Jacobs.
Pero Farrow nunca dejó la actuación y eso decepcionó al músico. El rubio quería que Mía se quedara en casa a “atender sus necesidades”, sólo que Farrow siguió sus proyectos.
El productor David Susskind comunicó haber visitado a la actriz en el hospital, encontrándola cubierta de hematomas. Posiblemente su entonces esposo la había golpeado en uno de sus recurrentes ataques de ira.
El divorcio llegó en 1968. Sinatra se dio otra oportunidad en el amor con Barbara Marx. El escritor Kaplan no tuvo halagos para la ex modelo, quien de acuerdo a su percepción se mantuvo con Frank para obtener seguridad económica.
“Comenzó a acosar a Sinatra cuando estaba casada con Zeppo Marx. Con el tiempo, se le veía ‘menos casada con él y más disponible para el cantante’. Lo persiguió donde estuviese hasta conseguir el gran premio”, colocó Kaplan en el libro.
Se casaron en 1976. Bárbara pronto estuvo en desacuerdo con los hijos de Sinatra, y trató tres veces de lograr que él adoptara a Bobby, su hijo de 26 años. En el libro de Tina Sinatra, llamado La Hija de mi Padre, se dio a entender que la relación de la pareja no era placentera, pero Frank “no podía tolerar estar solo”.
“Barbara alegó haber estado con Sinatra el día que murió, sin embargo, varios informes señalan que él pudo haber muerto solo. Hasta la primera dama Nancy Reagan le aconsejó a Frank que siguiera adelante con su vida… nunca escuchó”, sostuvo Kaplan.
Sinatra: The Chairman fue publicado en el 2015. Su contenido generó cierta polémica entre los cercanos a la vida del querido cantante, pero varios conocedores admitieron en que su información era fiel a lo que ocurrió en los años dorados de La Voz.