Josilyn Byers, de 27 años, estaba haciendo una excursión con sus amigos de la infancia a Estes Park (Colorado, EE.UU.) cuando su amiga Brooke Brinkley, de 28 años, perdió su teléfono al borde de un mirador.
Brooke, se había puesto el teléfono en la axila para ayudar a una amiga cuando se le escapó y cayó. Rápidamente, el grupo se dio cuenta de que la ladera era demasiado empinada como para recorrerla con seguridad, así que tuvieron que ingeniárselas.
Las jóvenes se acercaron a la tienda de utensilios más cercana para comprar un palo y una red que les permitiera crear una utensilio que recogiera el teléfono.