Elvis Presley llegó a los escenarios musicales en la década de los cincuenta, y deslumbró no sólo por presentar un sonido novedoso, sino también por sus sexys y estrafalarios atuendos.
Nos guiaremos por la información de Zoey Goto, escritora del libro Estilo de Elvis: desde Zoot Suits hasta Jumpsuits, reseñada en la página NME, para mostrarles varios de los trajes destacados del eterno Rey del Rock N' Roll.
Mezclilla
Aquel atuendo que usó en la película Jailhouse Rock (1957), convirtió al cantante en modelo para prendas de mezclilla en los cincuenta. Lo curioso es que Elvis solía evitar ese tipo de tela, ya que le recordaba la pobreza y trabajo que debió pasar, antes de transformarse en una sensación.
De blanco
A comienzos de los sesenta, El Rey lidiaba con una de crisis de imagen, aunado al hecho de filmar varias comedias musicales que rayaron en lo predecible. Su “resurrección” se vino con su concierto Comeback Especial, donde se puso aquel hermoso traje blanco, muy elegante y favorecedor.
Peinado Pompadour
Fue un estilo que algunos catalogaron como atemporal. Incluso ciertos artistas de hoy se han sentido influenciados por ese look de Presley, para darle un impulso en sus carreras hacia la dirección correcta.
En el caso del cantautor Bruno Mars fue así. Si no lo sabían, él inició su trayecto musical imitando a Elvis... con todo y peinado.
Encuentro presidencial
En los setenta, se dio un inesperado encuentro entre Elvis y Richard Nixon. El entonces presidente de los Estados Unidos le comentó al artista: “Te vistes un poco raro, ¿cierto?”, a lo que Presley contestó: “Bueno, señor Presidente, usted consiguió su espectáculo y yo también el mío”. Su traje sin duda impactó al primer mandatario.
Jumpsuit
Fue uno de los tantos monos que definieron su época final. Elvis era cinturón negro en karate, y quería incorporar ciertos movimientos marciales en el escenario. De alguna forma, esos monos hicieron posible la doble función.
Golden Boy
El gusto de Elvis por el esmoquin fue explotado en 1957, en especial cuando lució un sensacional traje dorado que más tarde salió en la portada del álbum 50, 000,000 Fans de Elvis no pueden estar equivocados.
Lo que a Presley le faltaba en sutileza, lo compensaba en impacto. Fue un acto de declaración, como diciendo: el muchacho pobre quedó atrás, ahora soy un chico de oro.