Drew Barrymore es una reconocida intérprete que viene de una familia de grandes actores. Su padre es John Drew Barrymore y es nieta de los primeros actores John Barrymore y Dolores Costello. Por si fuera poco, sus padrinos son dos grandes estrellas: Steven Spielberg y Sofía Loren.
Sin embargo, aún con este panorama de ensueño, su vida ha sido muy complicada. Drew nació el 22 de febrero de 1975 y con 11 meses de edad fue la protagonista de una publicidad de comida para perros.
A los cinco años de edad, debutó en el cine en la cinta Altered States (Estados Alterados, 1980). Pero fue dos años más tarde cuando conquistó al mundo entero en el papel de la pequeña Gertie, en E.T., el extraterrestre.
También ha sido la presentadora más joven del Saturday Night Live. A los 9 años recibió su primera nominación al Globo de Oro como Mejor Actriz de Reparto, por su trabajo en Diferencias Irreconciliables (1984), en la que interpretó a una niña que se “divorciaba” de sus padres.
Lo que no se sabía en aquel momento era que en la vida real su padre era un alcohólico violento y su madre Jaid había nacido en un campo de refugiados, por lo que no tenían mucho sentido de la responsabilidad. Cuando su familia se rompió, ella tenía nueve años y su padre la llevó al Studio 54 donde la animaba a bailar con hombres jóvenes y famosos.
Así empezó a introducirse en el mundo de las drogas. Comenzó a fumar y beber alcohol, y a los 12 ya consumía marihuana y luego cocaína. En plena transición de la infancia a la pubertad tuvo que ser recluida en un centro de rehabilitación, y por si fuera poco, tiempo después fue hospitalizada porque intentó suicidarse cortándose las venas.