Drew Barrymore adora su rol como madre, aunque a veces sus pequeñas hijas Olive y Frankie pueden terminar con su paciencia si no obtienen lo que quieren. Este es un escenario muy común para muchos padres que intentan todo tipo de medidas para evitar que sus hijos hagan rabietas, especialmente cuando están en la calle.
Para ella, la fórmula es sencilla. En vez de abrazarlas o mimarlas para que dejen de llorar, maneja su enojo de forma creativa y divertida. La solución es tomarles fotografías porque las pequeñas miran directamente a la cámara y se calman.
En una entrevista para Hola!, la actriz contó que su vida cambió desde que sus hijas llegaron. “Siento como si mi vida hubiera empezado el día que mis hijas nacieron y todo lo que tenía antes era para ser utilizado como sabiduría y experiencia para ellos”. Cuando le toca pasar tiempo alejada de su familia, trata de estar en comunicación constante, mandando fotos y videos todo el día.
En una ocasión le preguntaron si dejaría que sus hijas fueran actrices y contestó que las apoyaría totalmente pero solo hasta que tengan 18 años. “Sé que parece una locura, pero solo quiero que sean niñas. Sin embargo, ¡no hablaría mal de algo que amo tanto!", dijo a People.
Aunque Drew se vio sobrepasada por las consecuencias de convertirse en una estrella siendo muy pequeña, también aprendió lecciones muy valiosas de la interpretación y le gustaría que sus hijas pudieran vivir lo mismo. En esta idea también la influenció su compañera Meryl Streep, quien dijo en una oportunidad que dejó que sus hijos participaran en las obras de teatro del instituto cuando eran adolescentes.
En todo caso faltan muchos años para que su hijas decidan qué profesión elegir así que mientras tanto ella las disfruta al máximo.