El actor norteamericano John Travolta vivió uno de los momentos más difíciles para todo padre, cuando en enero de 2009 falleció su hijo Jeff, producto de una fuerte convulsión que ocurrió mientras estaban de vacaciones familiares en las Bahamas.
Apenas tenía 16 años de edad y sufría autismo. No era la primera vez que Jeff convulsionaba, sin embargo, el episodio afectó de forma irremediable su corazón. Llegó al hospital más cercano sin signos vitales.
“La muerte de mi hijo fue lo peor que me ha pasado. La vida ya no me interesaba, así que me costó mucho mejorar. Sentí que era un mal sueño. No quería creerlo. Me apoyé en los miembros de mi iglesia (John practica la cienciología). Fueron fundamentales para mi recuperación”, dijo Travolta en una entrevista cumplida en el Theatre Royal Drury Lane de Londres.
El artista de 64 años permanece en la controvertida religión, desde que dio sus primeros pasos en Hollywood. Pese a que cientos y miles de personas afirman que la cienciología es una doctrina malsana, John defiende sus creencias alegando que por ella continúa en pie.
“Tuve momentos fuertes en mi carrera. Años donde nada bueno pasaba. Recuerdo que Quentin Tarantino facilitó mi regreso (por el film Pulp Fiction). Él puso su carrera en peligro, porque se negaba a hacer la película sin mí. Le agradezco mucho su confianza”, reveló quien por ese papel obtuvo una nominación a los Oscar de 1994.
Aún cuando Travolta ha hecho roles impactantes, sigue sin ganar la estatuilla dorada. ¿Tendrá resentimientos por eso? “No, la verdad no. No me siento ignorado por la Academia. No vas a encontrar amargura en mí por esa situación. Llegará cuando sea el momento correcto”, culminó el actor entre los aplausos de sus fans.