La actriz Jennifer Garner hizo su debut como madre en la gran pantalla y mostró su lado más tierno en la película The Odd Life of Timothy Green, un agridulce cuento de hadas de Disney. Se trató de un filme que causó emoción entre los seguidores de los cuentos de hadas y princesas.
En palabras de la actriz, fue un personaje que aceptó luego de evaluar muchas variantes, ya que como madre en la vida real quería transmitir un buen ejemplo y sentirse a gusto con la interpretación.
Garner, quien tiene tres hijos, aseguró que eligió con cuidado el proyecto con el que quería ejercer la maternidad en la gran pantalla, pues este tipo de interpretación le hacía sentir que se exponía a sí misma.
Decidió entonces aceptar cuando encontró valores y principios que van en sintonía con lo que ella profesa en su hogar con sus herederos.
"Es la primera vez que interpreto a una madre. Es una parte muy importante y privada de mi vida", reconoció la actriz, quien asumió este papel como un reflejo de madurez profesional.
La extraña vida de Timothy Green, llamada así en español, es una película co-escrita y dirigida por Peter Hedges. La cinta narra la historia de una pareja felizmente casada, que no ve la hora de formar una familia y vive soñando cómo sería su hijo.
Sin embargo, con problemas de infertilidad, los sueños de la pareja de tener descendencia rozan en lo imposible.
Sumidos en la tristeza y en la depresión de no poder ver extendido su árbol genealógico, los protagonistas ven hecho realidad su más grande anhelo cuando la magia hace lo suyo.
Todo cambia cuando tras enterrar en su jardín una caja que contenía una descripción de cómo habría sido su hijo deseado, una tormenta fertiliza el suelo y hace que brote de la tierra un niño al que le salen hojas de una pierna como si fuera una planta.
Es allí cuando Cindy, Jim y el pequeño pueblo de Stanleyville, descubren que a veces lo inesperado puede brindar algunos de los mejores regalos de la vida. Se dan cuenta que los sueños si se logran cuando vienen del deseo profundo del corazón.
Garner, quien insistió en que la película llevaba al público un mensaje esperanzador, dijo: "Para mí este niño es amor, el amor de Dios, es un suceso religioso lo que hace que venga a este mundo".
"Es una película para sentirse bien. Te recuerda el poder trascendente del amor sobre todo lo demás, me hace apreciar la vida que tengo", aseguró la actriz, quien se alegró al ver la buena receptividad de la audiencia a esta película.