Todos los días, en torno a las siete de la tarde, un par de estatuas de 8 metros de altura comienzan a juntarse hasta fundirse y terminar dejándose el uno del otro. Son las estatuas de Alí y Nino, están situadas en Batumi, Georgia, y en los diez minutos que dura su "baile" se representa una trágica historia de amor entre dos amantes que no pudieron terminar juntos.
La representación cuenta la historia de Alí, un joven musulmán que se enamoró perdidamente de Nino, una princesa cristiana de Georgia y que, por cuestiones religiosas y culturales, no pudieron terminar juntos. La historia tuvo lugar durante la Primera Guerra Mundial y su trágico desenlace estuvo marcado por la invasión de la Unión Soviética.
El relato inspiró a Kurban Said, natural de Azerbaiyán, a escribir en 1937 la aclamada novela "Ali y Nino: Una historia de Amor". A partir de esta novela surgió la idea de crear un par de majestuosas estatuas que relatan la historia de Alí y Nino gracias al movimiento.
En las imágenes, capturadas por Varaniuk Alesia, de 33 años, una turista procedente de Minsk (Bielorrusia), cuando se encontraba en Batumi en junio de este año, se puede ver cómo las estatuas se van acercando lentamente el uno al otro antes de que sus "cuerpos" se funden para terminar separándose.
Las esculturas, inauguradas en el año 2010, son obra de la escultora georgiana Tamara Kvesitadze y están fabricadas con anillos de acero, perfectamente sincronizados para unirse y formar una sola pieza a través del movimiento.
Fuente: DPA.