La fama que tienen las Kardashian para muchos es inexplicable porque carecen de grandes talentos. Pero no es casualidad su permanente aparición en televisión, las portadas, la presencia en mercados de perfumes, ropa y otros productos. Kris Jenner, la madre del clan, es la máxima responsable.
Ella le aseguró a toda su familia numerosas fuentes de ingresos, gracias a su olfato como empresaria, aunque a expensas de su propia privacidad y vergüenza. Como un contrato de 100 millones de dólares con E! Entertainment por una temporada del reality show Keeping Up with the Kardashians.
Su vida amorosa también ha dado de qué hablar. Desde joven fue exuberante y cuando tenía 17 años flechó al abogado Robert Kardashian. Sin importar la diferencia de 11 años, él le propuso matrimonio pero ella no aceptó. Creía que tenía mucho mundo por ver y voló durante varios años como azafata en American Airlines.
Cinco años después, él insistió y ella lo aceptó. A sus 22 años, era la esposa de un exitoso litigante, viviendo en una mansión en Beverly Hills y se desempeñaba en la alta sociedad. Como buena socialité iba frecuentemente a un club de tenis con sus mejores amigos, O. J. Simpson y su mujer Nicole Brown.
La pareja tuvo cuatro hijos, Kourtney, Kim, Khloé y Rob. Pero la felicidad se convirtió en drama porque un affaire entre Kris y el futbolista Todd Waterman llevó a la pareja a la crisis. Su esposo no la perdonó y desató un agrio divorcio que solo se completó años después.
Ella accedió, influenciada por su nuevo pretendiente Bruce Jenner, a terminar el conflicto sin recibir dinero.
Cuando Simpson fue acusado de la muerte de su esposa, Kardasnhian lo defendía y Kris pedía justicia. En ese momento, sin el dinero de su ex esposo tuvo que asumir el destino de su familia.