Fundado en 1990 como Girls Tyme, Destiny’s Child estaba conformado en sus inicios por Beyoncé Knowles y LaTavia Roberson, quien se dio a conocer por participar en el concurso Buscando una estrella.
Kelly Rwoland, ahijada de Mathew Knowles, padre de Beyoncé, se unió a la agrupación en 1992; mientras que un año después, en 1993, Queen B conoció en la escuela a LeToya Luckett, la última integrante de Girls Tyme.
Estas cuatro mujeres comenzaron a presentarse en Houston, Texas, lugar donde vivían, siendo teloneras de distintos artistas de R&B.
La agrupación decidió que quería cambiarle el nombre a la banda. Tina Knowles, madre de Beyoncé, fue quien propuso el nombre de Destiny’s Child, a propósito de una frase que vio en la biblia.
En el año 1995 las chicas fueron firmadas por Electra Records, aunque luego fueron despedidas. Sin embargo, en 1997 la compañía discográfica Columbia Records las incluye en su sello y a partir de allí comenzaron los éxitos para Destiny’s Child.
Su primera presentación con esta empresa fue con la banda Men in Black, donde cantaron Killing Time en el año 1997. Destiny’s Child no perdió tiempo y un año más tarde estaban lanzando su primer álbum homónimo.
El primer sencillo del disco fue No, no, no; sin embargo, fue el remix de esta canción junto al rapero Wyclef Jean el que tuvo mayor éxito, logrando el puesto número 1 en la lista de R&B/Hip-Hop Tracks de Billboard.
El sencillo vendió un millón de copias y las Destiny’s Child revolucionaban los escenarios. No obstante, su segunda canción With me no fue tan bien recibida por el público, por lo que muchos críticos comenzaron a calificar al grupo estadunidense como una banda de un solo éxito.
Las Destiny’s Child demostraron que podían lograr más y el disco consiguió el platino en Estados Unidos, por la venta de más de un millón de copias y un aproximado de tres millones a nivel mundial.
Luego de algunos otros discos y éxitos, Luckett y Roberson sugirieron un cambio de manager, quien para su momento era el padre de Beyoncé, ya que consideraban que sus ganancias respecto a las de sus compañeras eran desiguales.
A partir de ese momento, la relación se quebrantó y para el año 2000 Destiny’s Child estrenó el video de la canción Say My Name, pero para sorpresa de todos con dos nuevas caras: Michelle Williams y Farrah Franklin.