La actriz norteamericana Cameron Díaz parece no tener edad, ¿cierto? No negamos que sus facciones no son de veinteañera, pero, si de envejecer se trata, lo ha hecho con estilo y manteniendo una gran sonrisa en el rostro.
En declaraciones al canal de entretenimiento ET, la esbelta rubia confesó que si bien recurrió una vez a tratamientos invasivos de belleza, entendió que era contrario a su idea de lucir un aspecto lo más natural posible.
“Intenté con el botox. Quise ver qué pasaba, si mejoraba lo que tenía. Pero, cambió mi rostro de una forma tan extraña que pensé: ‘Oh no, no quiero esto para mí’. Prefiero ver mi cara tal y como está, que transformarme en alguien con quien no me identifico”, relató Díaz.
Está de acuerdo en que su legendaria sonrisa puede provocarle líneas de expresión, pero admitió no sentir culpa por el “inconveniente estético”. “Me encanta reír y no me importa si eso causa algo en mi cara. Es como decir: ‘Todas mis arrugas aparecieron porque le he sonreído a la vida’. Amo la vida y seguiré así”, dijo Cameron con orgullo.
Aparte de su consejo de vivir con buen humor, la actriz sumó otras claves para tener un aspecto jovial: buena nutrición a lo largo de la semana; practicar ejercicios con regularidad; tomar al menos dos litros de agua al día para hidratar el cuerpo, y no olvidar consentirse con una buena dosis de relaciones sexuales (donde ambos se protejan, por supuesto).
Estos consejos podrían cambiarles la vida, pero tal vez les sorprendería saber que Cameron no siempre fue una mujer tan apegada a las rutinas saludables.
“Yo amaba comer burritos con queso extra, mucha salsa, sin cebollas y una gran Coca-Cola. Mi metabolismo hacía que no engordara, pero mi piel estaba muy mal y tomé medidas. Somos lo que comemos, lo que hacemos y la forma en cómo vivimos. Si algo no te gusta de ti, eres la única persona que puede cambiarlo”, finalizó.