Guillermo y Máxima de Holanda vuelven a estar en el ojo del huracán, y es que parece que no están atravesando su mejor momento.
Después de que su popularidad de haya visto en sus peores niveles, a consecuencia de los numerosos "errores" que los soberanos han cometido durante el año y que los holandeses no están dispuestos a olvidar tan pronto, la argentina y su marido se enfrentan a una nueva polémica.
En esta ocasión, el rey Guillermo de los Países Bajos y su mujer se han visto envueltos en el caso de Julio Poch, un expiloto de la armada argentina investigado por su participación en los llamados "vuelos de la muerte", que tuvieron lugar durante la dictadura de Videla.
Parece ser que Máxima ha realizado una supuesta llamada- a través de un trabajador de la Casa Real- para intentar influir en el proceso de extradición, enjuiciamiento y absolución.
Investigado en 2006 por su posible vinculación con los crímenes de la dictadura, Julio Poch estuvo durante muchos años viviendo en los Países Bajos, operando para la compañía de vuelos regulares Transavia. Fue entonces cuando varios compañeros le acusaron de alardear de haber participado en los "vuelos de la muerte".
Fue en 2008 cuando Argentina solicitaba su extradición, siendo detenido en 2009 en Valencia. En 2010 fue juzgado en su país de nacimiento, pasando varios años en prisión hasta que en 2017 fue declarado inocente.
Al proceso judicial se le suman algunas irregularidades en el proceso de detención y extradición por parte del Gobierno de Holanda, con la supuesta implicación de la reina Máxima.
Tal y como se explicó Roelof Jan Mansholt, vicepresidente de Eurojust en aquel momento al comité investigador, recibió una llamada por parte de la Casa Real en la que se cuestionaba si "el caso contra el piloto argentino era necesario", ya que, "podría ser doloroso para Máxima". Mansholt respondió entonces que el caso era "mucho más doloroso para las víctimas arrojadas desde el avión y los familiares", y pidió una solicitud por escrito que nunca llegó.
Cabe recordar que el padre de la soberana estuvo vinculado a la dictadura de Videla, durante la que fue ministro de Agricultura y por la que se le impidió asistir a su boda con el entonces príncipe Guillermo.
Tras publicarse la investigación del comité, el órgano que regula la relación de la Casa Real con los medios (RVD) ha emitido una respuesta oficial en la que explica que no se ha confirmado que dicha llamada se realizara desde Palacio, además de que, de haber sido así, no ha tenido consecuencias.
Una respuesta que, lejos de haber aclarado el asunto, vuelve a poner a la Corona en el punto de mira de los más recelosos.
Fuente: lecturas.com