Meghan Markle y el príncipe Harry revelaron durante su entrevista con Oprah Winfrey que habían vivido una situación de racismo dentro de la familia real, asegurando que había "preocupantes conversaciones sobre cuán oscura podría ser el color de piel de Archie Harrison cuando naciera".
La pareja no especificó quién había hecho el comentario, pero más tarde la famosa presentadora aclaró que no se trató de la reina Isabel II ni de su esposo, el duque de Edimburgo. Así que de inmediato, los medios intuyeron que se trataba del príncipe Carlos, quien se siente decepcionado de las declaraciones de su hijo menor y su nuera.
"El príncipe Carlos cree en la diversidad y sus acciones lo demuestran. Fue la primera persona en destacar a la generación Windrush [la primera inmigración masiva del Caribe al Reino Unido en la década de 1950] y las contribuciones que hicieron a la sociedad británica", dijo una fuente cercana a la Casa real a la revista People.
"Ha trabajado duro para la comunidad musulmana. De todos los miembros de la familia real, se ha tomado este asunto muy en serio", añadió.
Otra fuente del palacio agregó que el príncipe Harry y el príncipe Guillermo siempre han tenido una “relación complicada” con su papá. “No es una relación sencilla entre papá e hijo. Él es su papá y su jefe, y están en deuda con él por financiar sus oficinas y sus vidas”.
Fuente: quien.com