Se está hablando mucho estas semanas de los duques de Cambridge, ya que se han convertido en los representantes de la Corona británica de cara a la gestión del coronavirus. Especialmente el príncipe Guillermo, quien parece ser ahora la gran estrella de la familia real.
Su popularidad ha crecido enormemente en este contexto de crisis y los comentarios sobre su papel son prácticamente unánimes, destacan lo preparado que está para asumir el trono, además de su humildad y su preocupación por el país, algo que se une a su papel dedicado como padre y marido.
Guillermo y Kate Middleton forman un equipo que levanta pocas dudas y en el que la reina Isabel confía plenamente, ya que ha ido delegando en la pareja en los últimos meses algunos de sus patrocinios y obligaciones institucionales. La duquesa de Cambridge se ha sentido totalmente respaldada desde que ingresó en la familia Windsor, aceptando con profesionalidad su papel dentro de Buckingham.
Y por supuesto, el hijo mayor del príncipe Carlos ha puesto todo de su parte para que su esposa sienta esa confianza y no le pase lo mismo que a su madre, Diana de Gales, quien no había sido precisamente feliz con su vida en palacio.
Por eso, el príncipe Guillermo hizo una promesa a Kate antes de casarse: no permitiría que se alejara nunca de su familia, tan importante para ella, rompiendo así con la máxima que se conoce en los círculos reales y que afirma que "una vez que te casas con un miembro de la familia real, eres un Windsor".
Una promesa que, al menos hasta ahora, ha cumplido, ya que los Cambridge comparten mucho tiempo con la familia Middleton y no solo en vacaciones, cuando se van todos juntos a la casa que los padres de la duquesa tienen en el Caribe.
Carole Middleton va frecuentemente a Kensington a cuidar de sus tres nietos, además de que el matrimonio ha sido invitado en alguna que otra ocasión a pasar unos días de descanso en Balmoral. Incluso se afirma que la reina Isabel tiene una relación muy especial con la madre de su nieta política, quien a su vez también ha aportado a su yerno el calor de un hogar, del que nunca pudo disfrutar en su infancia.
Guillermo ha cumplido su promesa y Kate no se ha alejado de su familia. Pero quizá no contaba con que el que iba a ganar otra familia era él.
Fuente: vanitatis.elconfidencial.com