Los duques de Cambridge, el príncipe Guillermo y su esposa, Kate Middleton, están muy pendientes de la educación y formación de sus hijos, y pese a contar con el trabajo de expertas niñeras, quieren ser ellos los que se encarguen de la cuestión disciplinaria.
Entre las normas que se les ha impuesto a los pequeños George, Charlotte y Louis hay una que para los duques de Cambridge es innegociable, y transgredirla está terminantemente prohibido: los niños no pueden gritar.
Según informa Mirror, si alguno de los bisnietos de la reina Isabel II alza la voz, es fulminantemente expulsado de la estancia en la que se encuentren. Los propios duques se aplican la norma.
Según fuentes cercanas a la familia, "el niño travieso es retirado de la escena de la pelea o la interrupción y Kate o Guillermo le hablan con calma. Se explican las cosas y se describen las consecuencias y nunca les gritan".
La otra autoridad para los niños es María Teresa Turrión Borrallo, la nanny de los pequeños, que lleva desde que George tenía 8 meses con la familia. Esta española de Palencia vive en el Palacio de Kensington y viaja con la familia en visitas y viajes reales. Es la encargada, por ejemplo, de que se cumpla a rajatabla la hora de irse a la cama, que para los tres pequeños es las 19:00 horas.
Fuente: 20minutos.es