Hace 25 años, Diana de Gales concedió una explosiva entrevista en televisión que hizo tambalear los cimientos de la monarquía británica. Sentada frente al periodista Martin Bashir de la BBC, la princesa habló por primera vez en público de sus problemas maritales con el príncipe Carlos.
Infidelidades que llevaban años publicándose en los tabloides pero que, narradas por ella, dejaron en shock al mundo: “Éramos tres en mi matrimonio, una multitud”, llegó a confesar entonces.
Pero lo que en su día fue considerada una de las grandes exclusivas de la historia del periodismo, hoy se encuentra bajo una rigurosa investigación por parte de la cadena británica para aclarar las verdaderas circunstancias por las que Lady Di decidió sentarse frente a las cámaras para contar su triste historia.
Sobre todo después de que el hermano de Diana, Charles Spencer, alegara hace unas semanas que Martin Bashir usó documentos fraudulentos y declaraciones falsas y difamatorias de los integrantes más relevantes de la Familia Real para ganarse la confianza de la entonces todavía princesa y asegurarse así que le concediera esta entrevista.
Y debe haber indicios de que efectivamente esto fue lo que pasó porque Tim Davie, el nuevo director general de la BBC, no solo ya ha pedido disculpas a Charles Spencer por lo ocurrido; sino que además ha aprobado la designación de un prominente juez retirado, John Dyson, exmiembro de la Corte Suprema Británica, para llevar a cabo un análisis independiente que arroje luz sobre los hechos.
Una investigación que, por supuesto, ha sido muy bien recibida por la monarquía británica. Al menos por parte de uno de los hijos de Diana, el príncipe Guillermo, que a través de un comunicado enviado al diario Times por Kensington Palace aplaude la decisión de la BBC.
“Esta investigación independiente es un paso en la dirección correcta. Debería ayudar a establecer la verdad detrás de las acciones que llevaron a realizar esa entrevista y también sobre las decisiones posteriores que tomaron los miembros de la BBC”, afirma el duque de Cambridge, que solo tenía 13 años cuando su madre, ahora sabemos que presuntamente engañada, apareció en televisión para contarlo todo.
Fuente: revistavanityfair.es