Que el matrimonio de Lady Di y el príncipe Carlos no era un cuento de hadas no es ningún secreto. Que por mucho tiempo que pase va a seguir dando de qué hablar, tampoco.
Y las últimas revelaciones que se conocen de la pareja son bastante sorprendentes, porque además aluden a un tema más que íntimo: la vida sexual de los príncipes de Gales.
Ya se sabía que la actividad amorosa de la pareja era más bien escasa, prácticamente inexistente, en los últimos años de matrimonio, gracias a las confesiones que la propia princesa hizo a los más cercanos. Pero ahora hemos conocido los consejos que dieron a Lady Di algunos de sus amigos para que pudiera seducir a su todavía marido.
Las revelaciones llegan gracias a Robert Lacey, el autor del libro Batalla de hermanos, del que tanto hemos hablado, historiador y asesor de la serie The Crown. De ahí que la mayoría de los medios británicos las tomen como ciertas, puesto que se le considera una fuente bastante fiable y con muchos contactos dentro de Buckingham.
Según el escritor, Diana llegó a bromear con sus amigos sobre su escasa vida sexual, añadiendo que había pensando en emborracharlo para ver si así conseguía llevárselo a la cama. Un truco que no aprobaron, ya que el alcohol puede tener el efecto completamente contrario en la anatomía masculina.
Así que le dieron otro consejo: ponerse una peluca rubia y apagar la luz, así se parecería a Camilla en la oscuridad. La curiosa propuesta no solo no ofendió a Diana de Gales, sino que, siempre según el historiador Robert Lacey, llegó a provocarle una sonora carcajada.
Un gesto que indicaba que, después de unos años, se había resignado a que la mujer de la vida del príncipe Carlos no era ella, sino Camilla Parker-Bowles. Algo que también quedó más que patente en la entrevista que ofreció al programa Panorama, con aquella frase que ha pasado a la historia: "Éramos un matrimonio de tres".
Eso sí, antes de hacerlo tan público, ya había expresado sus problemas conyugales a algunas personas de confianza, a las que confesó que llevaba muchos años sin apenas intimar con su marido, casi desde que naciera el príncipe Harry.
Y las escasas ocasiones en las que la pareja se acercaba, tampoco dejaron mucha huella en Diana, al menos de forma positiva. Al menos es lo que se desprende de las confesiones que hizo a Peter Settelen, su entrenador de voz entre 1992 y 1993.
Llegó a decirle que sí habían tenido sexo en alguna ocasión, sin disimular la decepción al recordar cómo habían sido las intentonas de llevar a Carlos a la cama: "Hubo sexo, sí. Había. Pero fue algo extraño, muy extraño".
Fuente: vanitatis.elconfidencial.com