Danna Paola creció entre platós, estudios de grabación y fue personaje mediático desde muy pequeña, algo que no es fácil y lleva a replantearte quién eres. Ahora la estrella mexicana ha decido romper con todo y ser Danna, como refleja en “Childstar”, un álbum que nació de la “oscuridad y la depresión”.
“Nace de la oscuridad, de la depresión y del bloqueo creativo que tenía. Es un disco que, en el mes y medio que lleva fuera, me ha dado muchas alegrías, pero en los cuatro años que llevo trabajando en él me ha servido para hacer terapia también, para reconciliarme con mi pasado, me ha ayudado a sanar muchas heridas que tenía abiertas, y eso que todavía queda”, afirma la cantante.
Danna Paola debutó a los 4 años en un programa en la televisión mexicana, “Plaza Sésamo”, y a partir de ahí su vida cambió para siempre, puesto que iría encadenando audiovisuales con proyectos musicales (en 1999 fue descubierta por Universal Music y en 2001 grabó su primer álbum, “Mi globo azul”).
Y así lo ha hecho hasta prácticamente hace cuatro años, en los que tocó suelo para convertirse en ella misma, salir “más fortalecida” y siendo una “nueva persona”, siendo simplemente, Danna.
El renacer de una estrella infantil
“Empecé a preguntarme cómo había sido mi infancia. No tuve otra vida que no fuese la de ser una estrella de la televisión. Ha sido una introspección de tres años y medio, en los que he estado construyendo este disco, que al final es un ejercicio que salió de una terapia en la que comencé a hablarle a mi niña interior”, incide.
Por ello, con este séptimo disco cuenta su descenso a los infiernos y su renacer. Un álbum maduro, sin miedo a experimentar y cargado de mensajes, en el que no solo ha trabajado en la composición, sino que también ha estado presente en la producción, así como en la de los videoclips e imágenes.
“Es la primera vez que tengo la dirección creativa de un proyecto y ha sido muy emocionante”, destaca.