El Gobierno de Taiwán prohibió a las Administraciones que usen la plataforma de videoconferencias Zoom para reuniones en línea ante el temor de que se puedan filtrar las conversaciones a terceras partes por sospechas sobre la seguridad de la aplicación, que tomó popularidad ante el avance del coronaviurs.
Un portavoz del Departamento de Seguridad del Ejecutivo taiwanés anunció la orden a las oficinas gubernamentales de no utilizar plataformas de videoconferencia cuya seguridad no consideren garantizada, como es el caso de Zoom.
En su lugar, las autoridades pidieron que se usen plataformas programadas en Taiwán o, en el caso de los usuarios normales de las redes, que recurran a otras aplicaciones gratuitas propiedad de gigantes tecnológicos mundiales como Google o Microsoft.
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Joanne Ou, explicó hoy a EFE que su departamento también dejó de usar Zoom: "Esta aplicación emplea parte de paquetes de software y servicios hechos en China. Por eso, el Ministerio no lo está usando, por precauciones de seguridad".
Zoom vio cómo su popularidad se disparó en las últimas semanas ante las restricciones impuestas en todo el mundo para combatir la enfermedad, que multiplicaron el teletrabajo y la enseñanza a distancia.
En paralelo, más y más voces denunciaron los problemas de seguridad y privacidad de la aplicación, especialmente la posibilidad de que internautas que no fueron invitados aparecen por sorpresa en las teleconferencias, una fenómeno bautizado como "zoombombing".
Los hackers logran acceder sin permiso a reuniones digitales de empresas, centros educativos o incluso estamentos gubernamentales, y, además de violar la privacidad de los participantes y acceder a la información que se está tratando, en algunos casos las interrumpen con lenguaje obsceno e incluso amenazas.
En respuesta, Zoom anunció que establecerá como opción predeterminada la "sala de espera", una herramienta que permite que la persona que esté ejerciendo como anfitrión del encuentro virtual tendrá que aceptar una a una a cada nueva persona que quiera participar de la videollamada, lo que evitaría casos de "zoombombing".
Fuente: EFE