Además de ser reconocida como una de las modelos que signaron los años noventa, durante demasiado tiempo Kate Moss fue sinónimo de excesos y desenfreno. Donde había fiesta, alcohol y drogas, ella se anotaba; y fue este camino el que, de a poco, fue opacando su carrera profesional que despuntó en su adolescencia.
Pero el tiempo apaciguó la vida loca de este ícono de la moda y hoy, a los 46 años, finalmente logró incorporar hábitos saludables y alejarse del alcohol. Así lo aseguró uno de sus mejores amigos, DJ Fat Tony, que en una entrevista con The Sunday Times habló de cómo está actualmente la modelo.
“Kate lleva limpia dos años”, aseguró el artista, viejo compañero de juerga de la diosa. Y agregó: “Mis amigos sobrios y yo nos lo pasamos mejor ahora que cuando solíamos beber y consumir drogas”.
Es que el descontrol fue una constante en la vida de Kate, a quien durante años los tabloides ingleses captaron en su peor momento de "derrape". “Cocaine Kate”, la apodó el diario Daily Mirror, por ejemplo, al publicar hacia 2005 unas imágenes en las que se la veía consumiendo cocaína.
La mala senda hizo decaer su reputación y Moss perdió varios contratos con marcas de lujo, como Chanel y Burberry, al igual que con la cadena H&M. Por aquel entonces, ninguna compañía quería que la modelo fuera la cara de su marca.
Kate salía con el músico Pete Doherty, famoso por su vida licenciosa a quien expulsaron de un exclusivo centro de desintoxicación en 2012 por no ponerle voluntad al tratamiento. Juntos eran dinamita, a punto de explotar.
Afortunadamente para Moss, al separarse de Pete empezó a cambiar de hábitos. “Antes solo existía una cosa para mí: fiesta, fiesta y más fiesta. Con mucho alcohol y otras locuras. Ahora me relajo en el campo con mi hija. Cocino asado inglés y hago mermelada”, dijo la modelo hace unos años.
El camino no fue fácil para Kate, que pasó por rehabilitación más de una vez. De hecho, en 2015, luego de una semana de “rehab” en Turquía la expulsaron de un avión por “comportamiento errático” a bordo.
“Antes solo existía una cosa para mí: fiesta, fiesta y más fiesta. Ahora me relajo en el campo con mi hija. Cocino asado inglés y hago mermelada”.
Recientemente se la vio en las calles del Reino Unido con un peso más saludable, hermosa como siempre y con una actitud más tranquila.
Hoy sus prioridades son otras: acompañar a su hija Lila Grace, quien también se dedica al mundo del modelaje, y llevar una vida más serena, en la que el disfrute ya no pasa por el descontrol.