Anoche, en el Cris Morena Day, organizado por Olga y con Nati Jota y Gime Accardi como anfitrionas, se vivió una noche llena de nostalgia y emoción.
Las figuras más icónicas del universo Cris Morena volvieron a juntarse y, como era de esperarse, la magia explotó en el Gran Rex.
El plato fuerte de la noche fue, sin duda, la reunión de Lali Espósito, Peter Lanzani, Nico Riera y la China Suárez.
Aunque Gastón Dalmau no pudo asistir por estar fuera del país, los Teen Angels se reencontraron, y verlos otra vez juntos en el escenario del Rex nos hizo sentir esa euforia que creíamos olvidada.
Lo mismo pasó al ver a Emilia Attias y Nico Vázquez cantando “Dos Ojos”.
Porque sí, ellos siguen siendo estrellas, pero anoche volvieron a ser Mar, Thiago, Tacho, Jaz, Cielo y Nico Bauer, esos personajes que nos hicieron vivir una adolescencia mágica.
Lo de Cris es otro nivel. No sé si es su fórmula del éxito, la estética inconfundible, los personajes entrañables o la música pegajosa, pero lo cierto es que nadie ha podido igualar el fenómeno que ella creó.
Puede ser el ángel que Cris tiene para armar equipos y contar historias donde la magia, el color y la lucha del bien contra el mal siempre ganan.
Sus ficciones nos hicieron creer en los sueños y anoche, esa magia volvió a tocar nuestros corazones, recordándonos que hay que pelear por lo que queremos, porque al final, eso es lo que hace que nuestra vida valga la pena.
Y aunque los malos siempre aparecen, nunca se llevan la victoria en las historias de Cris. Los héroes son los pibes, que con su rebeldía, espontaneidad y sentimientos a flor de piel, logran que los sueños se hagan realidad.
Otro pilar de su éxito es la música. Con letras de la misma Cris, las canciones llevan un mensaje positivo que, aunque de chicos no entendíamos del todo, nos llegaba directo al corazón.
Son temas que no pasan de moda, que seguimos cantando y que nos siguen moviendo como el primer día.
Claro, no todo fue perfecto. Hubo desafinaciones y el sonido dejó mucho que desear en algunos momentos, cosas que claramente se podían haber evitado.
También hubo desprolijidades en la organización y en la entrada de los chicos al escenario. El final, por su parte, quedó medio en el aire, pero ojo, no era un show más, sino una fiesta espontánea para revivir tantas emociones.
Lo de Margarita y el elenco nuevo quedó medio descolgado, sobre todo al escuchar las canciones de Floricienta en otras voces que todavía no nos llegan. Con un poco de tiempo seguramente nos encariñaremos.
Pero lo que realmente se sintió fue la ausencia de Flor Bertotti. La eterna Floricienta no estuvo, seguramente por los conflictos que tuvo con Cris en el pasado.
Y sí, se notó, porque todos nos quedamos con ganas de verlas juntas otra vez.