Cuando Carla Conte (47) contó entre risas que había enterrado la placenta de sus hijos en Uruguay sonó a chiste, pero ella enfatizó a Ciudad: “¡No fue broma! Es real”.
“Mi hija Mora (15) nació en el living de mi casa y lo que se hace es una especie de ceremonia en la que uno entierra la placenta para devolvérsela a la naturaleza”, comenzó su anécdota de su (hoy extinta) relación con Guillermo Brutto.
Entonces, aclaró: “En el momento yo no me había enterado que habían guardado la placenta en el freezer. Pero después siempre hablamos de dónde la íbamos a enterrar, pasó el tiempo hasta que se hicieron tres años”.
-¿Por qué se fueron a Uruguay si nacieron y se criaron en Argentina?
-Siempre veraneábamos en Uruguay, y mi partera me dijo que hasta que no enterrara la placenta no iba a quedar embarazada, y fuimos y la enterramos allá.
-¿Y al toque quedaste embarazada de Facundo (11)?
-Claro. Después quedé embarazada de Facu y pasó lo mismo. Nació en una clínica, pero se la trajo y la guardó en el freezer otra vez, quedó otros tres años y después la enterramos también en Uruguay porque era un lugar que nos generaba mucho amor”.
-¿Cómo hicieron para cruzar la frontera con la placenta en dos ocasiones?
-Lo llevamos en una heladerita congelada en una bolsa para conservarla, porque lo sacamos del freezer y sino era un asco. Pero no fue una cosa espantosísima.
-¿Dónde quedaron?
-Las enterramos en dos lugares distintos, pero simbólicos para nosotros. En una casa una, y la otra en una playa donde habíamos ido un montón.
-¿Tus hijos fueron parte de la ceremonia?
Todo esto lo hicimos con los chicos a sus respectivos tres años y eso fue lo hermoso. Tenemos fotos, videos y todo, pero no sé donde quedaron porque es de otra era.
-¿Aprovechaste para quedarte células madre también?
-Me hubiera encantado hacer otras cosas, porque sé que se hacen un montón de otras cosas con la placenta que en el momento no sabía.
En ese momento supe del ritual de devolverle a la Madre Naturaleza. La placenta tiene muchas propiedades, por eso muchas culturas hacen un licuado y se la toman.
-¿Te la habrías tomado?
-¡Yo eso no lo iba a hacer! Pero lo de la ceremonia me pareció hermoso y por eso las guardamos en el freezer desde el primer momento.