Lo que Gustavo Cerati logró en su carrera musical con Soda Stereo, y en su etapa solista, le abrió las puertas al rock nacional en toda América, y ante esa vara se plantó Mariano Albergoli (45).
El líder de Sobredosis de Soda, la banda tributo al trío que marcó un antes y un después en su vida, como en la de tantos otros.
Antes de subirse junto a Ezequiel Pérez Casas y Julio Di Liscia al Luna Park este viernes 31 de junio, el artista habló con Ciudad sobre su semejanza con Gustavo, su amor por la música y cómo se toma la personificación de Cerati.
-¿Cómo surgió la imitación de Gustavo?
-Surgió de una manera casual y natural: zapando en la sala con músicos amigos, tocábamos temas de Soda y al cantar, fluía un parecido en la interpretación casi de manera inconsciente. Gustavo es el cantante que más había escuchado en toda mi vida.
Igualmente, jamás lo tomé como una imitación, siempre guardé una distancia de lo que puede ser una performance de Martin Bossi, por ejemplo. Digamos que lo samplé e hice un cantante nuevo, ja, ja.
“Jamás lo tomé como una imitación, siempre guardé una distancia de lo que puede ser una performance de Martin Bossi, por ejemplo”.
-¿Cuándo pasó de ser un hobie a convertirse en un trabajo?
-Con el correr de los shows, nos dimos cuenta que el público respondía con mucho agrado y en un número cada vez mayor. Entonces, nos puso en la linda presión de tener que brindar un espectáculo de calidad superlativa, fiel a la historia de Soda.
-¿Modificaste mucho tu imagen para interpretarlo?
-No cambié nada, hasta mis rulos son naturales. Creo que el secreto de “Sobredosis de Soda” justamente radica en no forzar los parecidos,en interpretar, pero siempre en primera persona. Le da mística al show, lo haces en primera persona, aquí y ahora, y generas una cercanía muy diferente con el público.
“No cambié nada de mí, hasta mis rulos son naturales. Creo que el secreto de Sobredosis de Soda justamente radica en no forzar los parecidos,en interpretar, pero siempre en primera persona”.
-¿Qué es lo que más fácil te sale de Gustavo?
-El color de la voz, totalmente. Después, tener que cantar como lo hacia él, ya es otra cosa. Gustavo era el Maradona de los cantantes, hacia lo que quería: graves, medios, agudos, melodías épicas. Esa parte, ya requiere mucho laburo de lindo.
-¿Qué es lo que más te cuesta?
-Gus no pifiaba nunca. O sea, que la vara con la que te miden es esa: lo más difícil es estar preparado para llegar a ese ideal. Los genios hacen esas cosas de forma natural, pero los terrenales tenemos que exigir y llevar nuestros límites a lo más alto, incluso empujarlos más allá.
“Gus no pifiaba nunca. O sea, que la vara con la que te miden es esa: lo más difícil es estar preparado para llegar a ese ideal”.
-¿Qué opinan de tus shows la madre o los hijos de Cerati?
-No tuve la posibilidad de conversar nunca. Laura, la hermana de Gustavo, nos vio hace poco en la muestra del rock nacional de Gaby Rocca, pero no hubo chance de cruzar algún dialogo. Soy sincero, me gana la timidez y el respeto, no me siento cómodo abordando a alguien así de la nada.
-¿Conociste a Zeta Bosio y a Charly Alberti?
-Hace unos años tuve la posibilidad de conocer a Zeta, incluso de tocar unas canciones juntos. Charlamos un rato sobre la banda. Rescato su sinceridad total: no le convencen los tributos, sobre todo los que han surgido después de la muerte de Gustavo. Pero justamente nosotros venimos tocando desde el 2005, así que desde ese lugar lo aprueba. Está agradecido del respeto, el amor y la calidad con la que homenajeamos su carrera.
“Zeta Bosio está agradecido del respeto, el amor y la calidad con la que homenajeamos su carrera”.
Con Charly todavía no tuve la posibilidad, aunque me encantaría. Es un artista con una mirada muy interesante sobre la música, los espectáculos y los conceptos para los shows. Además,, ¡es mi baterista preferido!
-¿Componés temas propios?
Tengo dos discos editados de canciones mías, en un proyecto que se llamaba Zahorí. En la actualidad estoy preparado nuevas canciones en modo solitario, con la producción de Javier Herrlein, el exbaterista de Catupecu. En mi vida, prefiero sumar que descartar, siempre elijo la opción “Y”. Ccomponer y tocar con Sobredosis de Soda. No podría hacer una cosa sin la otra.
-¿Estás en pareja? ¿Tenés hijos?
-Si, estoy en pareja con Celeste desde hace 12 años. Con tres hijos: Valentín (9 años), Mateo (7) y Julieta (5). Sí, a ninguno la puse Benito o Lisa, ja, ja.
-¿A qué te dedicabas antes?
-Hice muchas cosas: periodismo deportivo, música de publicidad, asistente de escenario, atendía una sala de ensayo.
-¿Tenés miedo de quedar preso del personaje de Gustavo?
-No.
-¿Cuál es tu máximo sueño profesional?
-Tocar con Zeta y Charly. Son dos tercios de la mejor banda de rock en castellano de la historia.
-¿Cómo conociste a Ezequiel Pérez Casas, el baterista?
-Lo conocí en el 2011 por recomendación de un colega. Estaba en la búsqueda de un baterista que le guste Soda Stereo, y Eze cumplía el requisito, además de ser un gran músico. No hubo audición, sino una charla larga sobre Soda y su música. Una vez que comprobé que compartíamos las ganas de tocar estas canciones, todo fluyó.
-¿Y a Julio Di Liscia?
-Se sumó al grupo a fines del 2018, cuando deja la banda el Chino, bajista fundador del grupo. Ya nos conocíamos desde hacía muchos años, incluso tuvimos un grupo juntos entre 1999 y 2004. Siempre prioricé lo humano y no hubo dudas que era el reemplazo ideal.
-¿Tuvieron malas experiencias en el escenario con fanáticos de Soda?
-Una sola vez, en Buenos Aires hicimos un especial de Cerati solista. Tocábamos la versión rolinga de Prófugos que Gustavo hizo en la gira de Ahí Vamos, y nos pareció divertido mashupearla con el estribillo de Mariposa Pontniac. Entre otras cosas, nuestro operador de luces trabajó con los Redondos y Soda; era nuestro intento de cerrar la grieta. Quizá es darle mucha entidad, pero un grupo de cuatro pibes se acercó al escenario muy enojados y post show nos bardearon por todas las redes sociales. Hasta uno me trató de traidor. Igualmente, no me hice mucho problema: las otras 1496 personas que estaban en Vorterix, reaccionaron muy bien y les pareció divertido.
-Cerati era hincha de Racing. ¿Vos?
-Soy Bostero hasta la médula, al punto de suspender una prueba de sonido por la final de la Copa Libertadores.
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