El lunes 15 de abril Sabrina Garciarena estrenará “Pequeños Grandes Momentos”, la comedia dramática basada en la popular serie “Tiny Little Things”, en el Teatro Multitabaris Comafi, que protagoniza junto a Tomás Fonzi, Malena Sánchez y Michel Noher, bajo la dirección de Dalia Elnecavé.
Aclamada en Broadway y en México, “Pequeños Grandes Momentos” estrena por primera vez en Buenos Aires, en una producción de Valentina Berger y Morris Gilbert. Nia Vardalos (conocida por su personaje en Mi Gran Casamiento Griego), adaptó este texto a una obra de teatro que, dirigida por Thomas Kail (el director de Hamilton), y desde que estrenó en el The Public Theater, en 2017, se transformó en un rotundo éxito.
Ciudad conversó en profundidad con la actriz en el marco de este estreno y se habló de todo: el mensaje de la obra, cómo la impacta en lo personal, de qué manera llevan la mapaternidad de sus tres hijos con Germán Paoloski y los nuevos rumbos que tomará su carrera profesional próximamente.
SABRINA GARCIARENA, A CORAZÓN ABIERTO SOBRE PEQUEÑOS GRANDES MOMENTOS Y CÓMO IMPACTA ESTA OBRA EN SU VIDA PERSONAL
- ¿Qué es lo que más te atrajo de este proyecto? ¿O qué te motivó a aceptarlo?
- Bueno, yo estaba anhelando que llegue un libro bien escrito, profundo. Y con un desafío actoral también. Porque empecé muy chica, hice diferentes cosas, pero tenía la necesidad de contar algo profundo, algo bueno. Fue especial trabajar con la directora, Dalia Elnecavé. Aparte ella es coach de actores y tiene una sensibilidad muy grande. Sabe cómo sacarte de un lugar que uno, desde el oficio, puede resolver. Y como que te dice “quiero más” y te exige también, desde un buen lugar.
Cuando vean la obra van a entender que es un libro diferente, particular, con otra metodología a la hora de actuar. Se habla al público y no hay escenas, no hay personajes puntuales. Hay situaciones.
Para mí es muy movilizador, uno pone el cuerpo para algo que que sentís que va a dejar una huella, ¿viste? Igual creo que el arte siempre deja una huella de alguna manera. Pero en este caso siento que la gente está ahí, modificada, que es una obra que lleva un montón de mensajes, que es un abrazo al público.
Hay una especie de energía que se genera, muy linda. Ahora estamos en el proceso de ensayo, nos faltan 15 días para el estreno, pero la verdad que muy contenta. Y obvio también muy feliz de reencontrarme con Tomás Fonzi, Michelle Noher y Malena Sánchez. Actores que quiero, admiro, y con los que trabajé. Y bueno, estamos acá creando este libro.
- Teniendo un poco en cuenta el tema de la obra, aunque todavía no la vimos: ¿te pasó alguna vez de quedarte con una duda importante, arrepentirte de algo o sufrir la decepción de un sueño resquebrajado?
- Y mirá, yo, al ser artista, actriz, por ejemplo, trabajo mucho con mi cuerpo. Para los actores es nuestro instrumento y tenemos que involucrar nuestra emoción. Yo siempre trabajé mucho en mí misma, en mi autoconocimiento y en las cosas que me incomodaban. El artista no se queda en un lugar cómodo. Yo podría estar haciendo otros proyectos que me quedan mucho más cómodos y, sin embargo elegí este de todos los que me llegaron.
Y a nivel personal, lo mismo. Yo soy una persona que siempre hice terapia, que hablo mucho de lo que me pasa. Cuando uno va creciendo, se te suman responsabilidades, ansiedades y un montón de miedos nuevos. Sobre todo en esta etapa mía de madre. Entonces, a veces, uno está sobrepasado y tiene que volver a mirarse.
Me pasa puntualmente que me puedo sentir más identificada con el libro en el hecho de que muchas veces uno no habla de cosas que siente, por el miedo a ser estigmatizado.
La obra habla un poco de esto, de gente a la que le pasan cosas re fuertes, re profundas. Y que no se animan a exponerlo, que tienen miedo a que lo tilden.
Por eso yo creo que al público le va a llegar un abrazo con esto. Es imposible que los temas que se tocan no los interpelen desde algún punto de vista, o porque les pasó o porque le pasó a un amigo, a un hermano, a un padre.
“Yo siempre trabajé mucho en mí misma, en mi autoconocimiento y en las cosas que me incomodaban. El artista no se queda en un lugar cómodo”.
- Claro, sí, me imagino. Y, para vos, ¿cuál sería un “pequeño gran momento de tu vida”?
- Debo tener un millón de pequeños grandes momentos. Y no se me vienen puntualmente tantos. Pero sí me acuerdo de algo muy simbólico.
Cuando empecé a trabajar era muy chica. Mis papás son bioquímicos, estaban en otro mambo. Y yo estaba todo el tiempo viajando. Yo, de repente, actriz, en una familia tan tradicional. A ellos siempre les fue, imagino, muy difícil seguirme el ritmo.
Yo tenía 15 y decía “mamá, me voy a Chile a filmar. Me tenés que firmar esta autorización”. Claro, siempre iba un poquito más adelante que lo que ellos podían entender de lo que yo hacía.
Entonces me acuerdo que un día, yo estaba haciendo tiras en Telefe y un compañero me dice “Che, vamos a Madrid que presentamos la película”. Yo era muy organizada y me fui.
Bueno, finalmente me terminé quedando en Madrid, viviendo 10 años. Iba y venía. Y en uno de esos viajes, que ya sabía que por ahí yo me iba por 15 días o por 6 meses (no eran personas muy viajadas mis papás, siempre estaban trabajando), a mi mamá se le ocurre decirme “che, ¿querés que te acompañe a ver dónde vas a ir?”.
Entonces me acuerdo que me dio un peluche, un leoncito, que todavía lo tengo guardado. Me dijo “bueno, vos sos una persona muy valiente, con mucha fuerza, así que tranquila que vas a poder con todo”. Y claro, ella como mamá quizá no podía acompañarme, pero sí sentía que tuvo un desafío para cuidarme.
Porque yo era chica, tenía 20 años, me iba sola, ella no sabía ni dónde iba a vivir... Siempre fui muy osada.
Y después conocí a Germán y muchos años más tarde tuvimos a León, pero sin darme cuenta de que era por esto del peluche. Yo soñaba todo el tiempo con que tenía que llamarse León. Y después con el tiempo me di cuenta de que eso me había marcado un montón y por eso había llamado así a mi hijo.
Así que bueno, “pequeñas cosas” que terminan siendo grandes, simbólicas.
- Por último, ya que mencionás este tema de tu familia, ¿cómo lo balanceás con tu profesión? ¿Cómo se organizan con Germán para mapaternar?
- Bueno, de hecho yo hoy, por ejemplo me fui muy temprano y tuve una reunión súper importante y le dije que cualquier cosa me llamara. Se estaba volviendo loco porque las actividades de la tarde de ellos las hago yo. Y él estaba con los tres para todos lados, se ponía un poco nervioso.
Pero lo estamos viviendo re bien. Cuando yo trabajo se me alinean mucho los planetas. Por ejemplo, yo tengo la mañana ocupada y él libre, y yo la tarde libre y él al revés.
Pero también contamos con mucha ayuda, si no sería realmente muy complicado, ¡yo no podría irme ni a la esquina! Son 3 chicos muy chiquititos y con rutina. Yo soy de esas mamás. No es porque yo sea artista o el papá que trabaja todo el día van a seguirnos a nosotros. Ellos tienen una rutina y hacen una vida muy de niños. Tienen sus actividades, amigos, colegio... todo ordenado.
- ¿Tenés alguna otra propuesta laboral en la que te podamos ver próximamente?
Bueno, con Pequeños Grandes Momentos estamos a partir del 15 de abril en el Multiteatro, en principio a las 20.30. Por otro lado estamos con el musical de Madres, el 19 de abril en San Isidro y después vamos a Mendoza, en San Juan el 25 y 26 de abril y tenemos algunas funciones en el Astral también. Es una obra que yo adoro, es muy divertida.
También estamos con un proyecto de streaming, sobre el que no puedo contar mucho todavía, pero ahí estoy trabajando más en conducción y producción. Va a estar bueno, muy original y ya pre-produjimos hace como cuatro meses así que creo que van a haber noticias pronto.
Y mi otro proyecto es como madre, con la vida de de los niños, tengo todo un croquis hecho de mil cosas. A veces nos peleamos, a veces podemos. O sea, siempre que hay niños muy chiquitos es un caos, pero está bastante armonizada la casa, te digo.
“Mi otro proyecto es como madre, con la vida de de los niños, tengo todo un croquis hecho de mil cosas. A veces nos peleamos, a veces podemos”.
- Me imagino. Bueno, igual ya se conocen tanto con Germán que quizás es más fácil solucionar todo...
- Yo creo en la pareja, sí, el amor y que nos tenemos también, nos vas a ver un montón en redes, juntos, saliendo a cenar... tenemos como nuestros nuestros huecos también. Porque aparte somos amigos de toda la vida, entonces hay un amor con mucha amistad.