A fines de 2020 Lucila La Tora Villar (29) se sometió a una mamoplastía de reducción, el tema resurgió en las redes sociales, y la ex Gran Hermano 2022 recordó cómo fue su experiencia tras achicarse las lolas en diálogo con Ciudad.
“Lo hice por una cuestión de salud. Tenía mucho, me hacía doler la espalda, hacía años que me molestaba y tampoco conseguía ropa”, se sinceró.
Entonces, la Tora se explayó sobre la cirugía que duró tres horas y media: “Me molestaba. Estaba incómoda, triste, no estaba contenta con mi cuerpo, con mis pechos. Tenía muchísimo dolor de espalda y me operé con Mariana Bouvier en el sanatorio Otamendi”.
“Estaba incómoda, triste, no estaba contenta con mi cuerpo, con mis pechos. Tenía muchísimo dolor de espalda”.
“La operación fue genial. No duele, la sensibilidad es igual que siempre y quedó poca cicatriz que se puede mejorar con tratamientos de láser CO2″, acotó la panelista de Fuera de Joda.
“La operación fue genial. No duele, la sensibilidad es igual que siempre y quedó poca cicatriz que se puede mejorar con tratamientos de láser CO2″
Además, aclaró que solo se hace tratamientos de “ácido hialurónico en la boca desde antes de entrar a la casa”, y los baby botox en la cara.
Al final, La Tora Villar hizo un balance: “Estoy conforme y feliz con mi cuerpo, pero siempre quiero mejorar. Por eso entreno, por salud, y porque me gusta verme bien y estar contenta”.
EL CAMBIO DE LA TORA VILLAR DESPUÉS DE LA REDUCCIÓN MAMARIA
Por otra parte, Lucila la Tora Villar fue cruda al contar la dimensión del cambio físico que implicó la cirugía para reducirse el busto.
“Tenía 115 centímetros de lolas. Me sacaron un kilo y medio de cada mama”, enfatizó.
“Mi espalda agradecida”, cerró La Tora de Gran Hermano 2022.