Marcelo Zlotogwiazda murió el martes 15, tras luchar durante un año contra un cáncer de colon. El periodista y economista fue despedido por numerosos colegas y personalidades del ambiente político, quienes destacaron su largo compromiso con la igualdad de oportunidades y la redistribución del ingreso.
Antes de morir, Zloto compartió con su mujer, Estela, sus hijas, Iara (23) e Ivana (19), y sus seres queridos sus últimas voluntades. El pasado 6 de octubre, el periodista celebró su cumpleaños rodeado de amigos y les hizo un pedido muy especial.
Para su cumpleaños, el 6 de octubre pasado, pidió que no le regalaran cosas sino dinero para una donación. Así entregó 50 mil pesos al profesorado de la Villa 21.
"Pidió que no le regalaran cosas, sino dinero para una donación. Así entregó 50 mil pesos al profesorado de la Villa 21", reveló Guillermo Parodi, secretario adjunto de la Unión de Trabajadores de la Educación en la Ciudad de Buenos Aires.
Su gran amigo Ernesto Tenembaum contó detalles del íntimo festejo. "El sábado hizo un cumpleaños que tuvo mucha intensidad porque en los que estuvimos ahí sobrevolaba que era una despedida, pero fue lleno de amor”, contó el periodista sobre su “hermano”.
Zloto le pidió a su familia que no se enviaran flores a su velatorio, sino alimentos no perecederos para que la organización social La Poderosa distribuya en comedores carenciados.
También su compañero de C5N José Natanson recordó la reunión con emoción. “Hablamos varias veces después de su cumpleaños, pero aquella noche fue la despedida. Lo busqué antes de irme, después de haber llorado a mares, pero no le dije nada: una década hablando varias veces por semana y no se me ocurrió qué decirle, creo que a él tampoco. ‘¿Te divertiste?’, me preguntó. ‘No’, le respondí. Se río y me agarró, dos fríos medio borrachos abrazándonos en la madrugada”, escribió el periodista en Página/12.
Además del pedido a sus amigos, Zloto tomó otra decisión antes de morir que lo define como persona. El recordado analista económico le pidió a su familia que no se enviaran flores a su velatorio, sino alimentos no perecederos para que la organización social La Poderosa distribuya en comedores carenciados.