Con más de 25 años de carrera, Valeria Bertuccelli ha transitado varios personajes clásicos del cine argentino y ahora se luce interpretando a Marie en El cuaderno de Tomy, que llegará a Netflix el próximo 24 de noviembre. El film de Carlos Sorín está basado en la historia real de María Vázquez, una enferma terminal de cáncer que emocionó y divirtió a miles de seguidores en Twitter, mientras escribía un cuaderno para su hijo de 3 años con sus ideas para acompañarlo el resto de su vida.
Con posteos cargados de humor negro y sinceridad extrema sobre su enfermedad, Marie –como la conocían sus amigos- llamó la atención de los medios de comunicación, que cubrieron su caso y la hicieron más conocida de lo que era. El cuaderno de Nippur, el verdadero nombre de su obra, se convirtió en uno de los libros más vendidos de la Argentina, y se publicó en el extranjero con mucha repercusión, y ahora sirve como principal inspiración para esta película de Pampa Films.
En diálogo con Ciudad, Valeria contó cómo encaró la construcción de su personaje; pero también cómo sobrellevó la pandemia junto a Vicentico y el hijo menor de la pareja, Vicente, (Florian vive solo) y qué esperanzas tiene con respecto a la “nueva normalidad” que se comienza a vivir en el país.
-¿Cómo te llegó la posibilidad de protagonizar este film?
-Me hablaron sobre el guion y me contaron que el proyecto iba a estar dirigido por Carlos Sorín. Me interesó mucho hacer esta historia y además yo tenía mucho interés en trabajar con Carlos porque lo admiro mucho, y con Esteban Lamothe, con quien nunca había hecho nada. Leí El cuaderno de Nippur y ahí me enamoré de Marie, de su valentía y de su capacidad de transformar algo tan impresionante en algo tan creativo y luminoso. Hace un tiempo me puse a escuchar una charla TED de Sebastián Corona, su marido, y decía que fue como una supernova, que iluminó todo en ese momento. Morirte dejando un guiño y siendo tan joven, me pareció muy impresionante lo que logró.
-¿Cómo fue el proceso para construir el personaje de Marie? ¿Empezaste por la parte física y luego la espiritual o fue a la inversa?
-Fue medio todo a la par, una construcción física y espiritual. Bajé bastante de peso y eso lo empecé a hacer un tiempo antes de filmar con una nutricionista y un médico clínico para que sea “degradé” y no tan abrupto. Pero además también fui teniendo algunos encuentros con el médico de Marie, Lucio Criado, que me ayudó un montón. Estuvo muy bueno porque él me iba controlando, y de hecho en un momento me dijo ‘hasta acá’ con la baja de peso; y también me contaba sobre el proceso físico de la enfermedad y de sus charlas con Marie. También tuve un encuentro con Vanesa, la mejor amiga que interpreta Malena Pichot en la película, y con Sebastián y ambos fueron fundamentales para terminar de entender el espíritu de Marie que para mí convierte a la peli en un género ‘punk-amoroso’. Ella tenía algo súper punk de ‘si no te gusta la verdad, bancatela’ y con ella misma ante todo, pero a la vez estuvo llena de amor e hizo un diario para su hijo que se transformó en un libro y este a su vez en una película.
"Ella tenía algo súper punk de ‘si no te gusta la verdad, bancatela’ y con ella misma ante todo".
-¿Se te ocurrió la idea de hacer algo similar a lo de Marie alguna vez?
-Nunca se me ocurrió escribirles un diario o un libro a mis hijos, pero sí les he dejado cositas escritas, de esas que te vas guardando.
-Florian tiene 25 años y Vicente, 13. ¿Sentís que cambiaste con respecto a la forma en que criaste a cada uno?
-Los dos son personas diferentes, pero hay algo que decís que es verdad y es que hay muchos momentos en los que Vicente me recuerda a Florian a los 13. Florian me encontró más pendeja porque lo tuve a los 24 años y estaba más insegura de lo que me agarró Vicente, pero hay algo en lo que siento que soy muy parecida a esa época.
-Marie y su marido tuvieron una relación de 20 años de amor puro. ¿Te sentiste identificada con tu relación con Vicentico después de casi 25 años juntos?
-No conozco cómo era la intimidad de ellos dos, pero sí encuentro en común que hay mucho amor. Eso sí, lo tengo. Y sí veo en ellos un amor y una entrega total, y en eso me identifico mucho.
"Con Gabriel somos de querer siempre estar en casa, como que es nuestro mejor plan. No suelo decir ‘¡uy, qué ganas de salir!’".
-¿Cómo te encontró la pandemia a vos y a tu familia?
-Florian ya vive solo hace un par de años, pero más allá de lo duro de la cuarentena y del momento que vive el mundo, todo fue un momento muy lindo para mí. Tuvo cierta magia estar todos encerrados. No deja de ser un privilegio que uno pueda pasarlo de ese modo, pero tuvo algo muy lindo porque nunca podés hacer eso de parar las rotativas y decir ‘solo tenemos que estar acá juntos’. Después va pasando el tiempo, la cuarentena se hace más larga y entonces nos vamos preocupando por los trabajos y la escuela, por mover el físico y todo lo que eso conlleva. Pero hubo una parte muy fructífera y fue la de compartir muchas cosas, desacelerar y tener mucho tiempo para tirarnos a ver películas sin parar a cualquier hora, para escuchar las clases de tus hijos…
-¿Y con tu marido?
-Nosotros somos de querer siempre estar en casa, como que es nuestro mejor plan. No suelo decir ‘¡uy, qué ganas de salir!’. A Gabriel lo veía muy feliz de estar grabando en casa por Zoom. Se trajo los equipos del estudio y los armó acá, y estaba muy contento.
-¿Qué te parece el regreso de la actividad teatral?
-Me parece que en la medida que tengamos que convivir con esto, está bueno que se vayan abriendo los teatros. Si todos arman mega protocolos y lo hacen con total seriedad y conciencia, creo que tiene que suceder.
-¿Crees que esta situación tiene solución a corto o mediano plazo?
-No, no tengo idea ni opinión formada. Estoy todo el tiempo preguntando desesperadamente. Tengo mucha esperanza en que aparezca la vacuna y que se retome la normalidad. Es mi deseo.
"Tengo mucha esperanza en que aparezca la vacuna y que se retome la normalidad. Es mi deseo".
-Hace dos años estrenaste La Reina del miedo y te fue muy bien a nivel nacional, pero por sobre todo en el exterior. ¿Vas a reincidir en la dirección de una película?
-Sí, estoy escribiendo. De hecho, aproveché la cuarentena para escribir a full, es a lo que más me dediqué en estos meses de encierro. Me tocaba hacer eso aunque no hubiera pandemia. Son varios proyectitos a la vez aunque no puedo revelar mucho por el momento. Tengo una obra teatral, esta peli que estoy escribiendo y una serie, todo autogestionado. Y también tengo dos proyectos para filmar películas que obviamente se pasan para el año que viene siempre y cuando no coincidan con lo que estoy preparando por mi lado.
-¿Cuál es tu personaje preferido?
El de Marie me gusta mucho, el de La Reina del Miedo y la Tana Ferro de Un novio para mi mujer. La Reina del miedo es como mi hija pero El cuaderno de Tomy es una película muy hermosa, que amé mucho hacerla, con un personaje que es referente de valentía y coraje,y dirigida por Sorín, que es lo más. Todos creímos que íbamos a estar muy tristes rodándola y paradójicamente estábamos muy emocionados pero nos reíamos mucho y para mí eso tenía que ver con el espíritu de ella, que te impresionaba pero te hace reír con el humor negro de sus tweets.
-¿Seguís perteneciendo al colectivo Las Bolten que se rumoreaba que se había formado el año pasado?
-No, eso fueron unos encuentros que tuvimos en su momento, hace un montón. Algunas son amigas con las que nos vemos, pero nunca fue un colectivo, fue más como un grupo de amigas.
-¿Cuál es el objetivo primordial de tu carrera, uno que digas ‘este el faro de mi carrera’?
-El objetivo más groso que tengo es poder seguir haciendo lo que me gusta. Si puedo escribir y lograr hacer de nuevo esa peli que quiero, o hacer una serie que me guste. Estoy muy agradecida de poder seguir llevando adelante mis proyectos y eso me mantiene muy feliz.