La internación de Andrea Rincón (30), primero en el Hospital Fernández y luego derivada a una clínica psiquiátrica, fue inesperada, pero no sorpresiva para quienes la conocen. El martes por la mañana, la actriz ingresó caminando al hospital público junto a su amiga, Celeste Roth, y por la tarde esperaban su traslado a un centro de rehabilitación de adicciones en El Talar de Pacheco, algo que no se habría concretado según contaron en Desayuno Americano, ya que -al ser advertida la prensa- habrían cambiado de establecimiento.
“Nos llamamos, nos hablamos a veces, pero nada... Yo la veía deprimida, un poco por el tema del laburo. Había viajado y estaba bárbara, pero cuando vino tenía algunos proyectos y no sé, yo de eso no sé. Es lo único que puedo decir".
Alejado de su hija en el peor momento, Miguel Rincón fue capturado desde la puerta de su casa cuando un móvil del programa de Pamela David fue a consultarlo por el estado de la morocha: “Ahora estoy esperando, en cuanto me digan que puedo ir a verla, me voy para allá, no me importa nada”. Y confirmó: “Estuvo con Celeste; está con gente amiga ahora que la está bancando. Ella estaba haciendo un tratamiento (contra las adicciones) y todo”.
Para cerrar, Miguel se hizo cargo de la compleja relación que mantiene con Andrea Rincón: “Nos llamamos, nos hablamos a veces, pero nada... Yo la veía deprimida, un poco por el tema del laburo. Había viajado y estaba bárbara, pero cuando vino tenía algunos proyectos y no sé, yo de eso no sé. Es lo único que puedo decir. Encima... no me siento bien, me quiero ir a sentar un rato”, cerró intempestivo la nota.