Desde hace años, Pablo Layús se desempeña como cronista en América. Siempre al pie del cañón, el cordobés no duda en ir al lugar de los hechos con el móvil del canal para informar de primera mano lo que sucede.
Y ahora, más que nunca, cuando tantos profesionales esenciales como Pablo salen a la calle, poniéndose en riesgo a la hora de transmitir el avance del coronavirus, es que se hace necesario un mayor reconocimiento.
“El de la mano sosteniendo el micrófono soy yo, también hice un par de preguntas pero a América TV no les pareció importantes”, escribió en Twitter, al compartir una nota publicada por la cuenta del canal.
“No es con el canal, al contrario. Es mi casa. Y tampoco contra nadie en particular, solo salgo a aclarar en esos posteos”, le respondió a otra chica, que le recomendó mandarlos “a freír churros” porque se merecía un trato mejor.
Ya para la polémica final de BakeOff, Pablo había señalado en las redes que había sido mérito suyo conseguir el testimonio de la mamá de Samanta Casais.
“Les cuento que el que convenció a la madre de Samanta, tocó el timbre y estuvo más de 40 minutos con ella fui yo. Se los digo porque los chicos de las redes a veces se olvidan de ese detalle”, escribió en las redes, indignado por la omisión de su nombre.