"Necesito ocho años para cumplir varias objetivos que me propuse, voy por la reelección", respondió el presidente Mauricio Macri (58) en la reunión que mantuvo este viernes con Marcelo Polino, Luis Ventura, Carlos Monti, Susana Roccasalvo, Mariana Brey, Adrián Pallares y quien escribe esta columna.
A pesar de los rumores previos y de la desinformación posterior de los supuestamente especializados, el encuentro fue íntegramente dedicado a charlar sobre la actualidad del país. No fue una entrevista, ni un juicio, ni una rendición de cuentas. Al Presidente de la Nación le interesaba encontrarse con "comunicadores populares muy escuchados por la gente", según sus palabras.
"Necesito ocho años para cumplir varias objetivos que me propuse, voy por la reelección", respondió Macri en la reunión que mantuvo este viernes con Marcelo Polino, Luis Ventura, Carlos Monti, Susana Roccasalvo, Mariana Brey, Adrián Pallares y quien escribe esta columna.
Los temas del encuentro fueron variados, y en cada punto Macri se detuvo a escuchar críticas, explicar sus planes y dar sus opiniones sobre: Justicia, inseguridad, educación, salud, inflación, corrupción, pobreza, Fútbol Para Todos, la candidatura de Cristina, María Eugenia Vidal, el desmantelamiento del Estado (la Aduana, el Senasa y otros organismos), los planes de infraestructura, una hipotética incursión futura de Marcelo Tinelli en la política y el narcotráfico, entre tantos otros temas.
Nunca se habló del Martin Fierro, ni del Bailando, ni de su sobrina, ni de ningún tipo de chisme, como intentaron instalar los desinformadores habituales que pululan en la tele.
Nunca se habló del Martin Fierro, ni del Bailando, ni de su sobrina, ni de ningún tipo de chisme, como intentaron instalar los desinformadores habituales que pululan en la tele.
En cuanto a las próximas elecciones, destacó el oportunismo del Frente Renovador en referencia a renunciar al aumento de los legisladores, y se mostró despreocupado por la candidatura de la exmandataria Cristina Fernández de Kirchner. Aseguró que la oposición trababa leyes importantes sobre la inseguridad (como la de los motochorros) y anunció la reforma del código para los delincuentes menores de edad, que intentarán implementar a la brevedad. Ante las preguntas sobre el caso del nene asesinado en Lomas de Zamora, se mostró compungido y nos aseguró que se reuniría con los padres, pero sin medios presentes. "Sin cámaras", destacó.
Cuando se le preguntó sobre el conflicto más difícil que encontró en la Presidencia, eligió el desmantelamiento del Estado, la ineficacia de los organismos públicos, la falta de control y estadísticas en la Aduana y el Senasa. Se mostró satisfecho con la reducción de ingreso de drogas al país, gracias al refuerzo del control de las fronteras y los aviones incorporados. También destacó la lucha de María Eugenia Vidal con la corrupción de la Policía bonaerense. Por ejemplo, nos dijo que "la cocaína aumentó su precio en 110 por ciento y eso se debe a la dificultad del ingreso al país".
Antes de comenzar la charla, todos los colegas le aclaramos a Macri que contaríamos lo hablado allí y él rompió el hielo: "Que lío se armó con la reunión, que se queden tranquilos todos, que vamos a hacer muchas más, quiero hablar con todos".
Entre otras cuestiones nos dijo que venía de reunirse con Guillermo Dietrich, ministro de Transporte de la Nación, y de supervisar el trabajo de otros ministros; que el dinero destinado para el Futbol Para Todos prefirió destinarlo a servicios esenciales (como cloacas, pavimento y luz); que el dinero rescatado de la corrupción se está reinvirtiendo en planes para la primera infancia; que agilizarán los trámites de adopción (Polino planteó la dilación de la Justicia), remarcó la colaboración de opositores como Miguel Ángel Pichetto y Juan Manuel Urtubey; el crecimiento de la venta de computadoras (unas 150 mil en este periodo); el buen funcionamiento del Metrobus de La Matanza (y la ampliación del sistema para otras aéreas); se mostró preocupado por la pobreza y la nutrición de los niños; enfatizó que luchará por mejorar la educación (y sobre todo el perfeccionamiento docente); y que brega por reinstalar la cultura del trabajo, entre muchos argentinos acostumbrados en los últimos años a vivir del asistencialismo.
La reunión transcurrió en una sala contigua a la que se encontraba con los ministros en el área de la Jefatura de Gabinete, en la Quinta de Olivos. Cuando llegamos, nos pidieron que dejáramos los teléfonos en otra habitación, nos sirvieron café y agua, y el único testigo de todo fue Iván Pavlovsky, vocero del Presidente. Antes de comenzar la charla, todos los colegas le aclaramos a Macri que contaríamos lo hablado allí y él rompió el hielo: "Que lío se armó con la reunión, que se queden tranquilos todos, que vamos a hacer muchas más, quiero hablar con todos".
Adrián Pallares, Susana Roccasalvo, Carlos Monti, Mariana Brey, Marcelo Polino y Ángel de Brito, en la Quinta de Olivos, antes de reunirse con Mauricio Macri.