La noche del 24 de junio del 2000 se produjo el accidente de tránsito que le costó la vida a Rodrigo Bueno y a Fernando Olmedo. El choque se produjo en el kilómetro 24,5 de la autopista Buenos Aires-La Plata, y en los asientos traseros de la camioneta que conducía el cuartetero también viajaban Ramiro Bueno (20), en ese momento un niño de dos años y medio, junto a su mamá Patricia Pacheco.
A 18 años del luctuoso momento, el adolescente debió revivir la tragedia al ver El Potro, lo mejor del amor, la película que recrea los últimos agitados años de la vida de su padre. En una nota con la revista Gente, Ramiro admitió: “Es una película muy fuerte. Me impactó desde el minuto uno hasta el cierre. Fue muy emotivo ver la vida y la historia de mi papá. Al final de esa toma terminé con una pierna temblando, llorando a lagrimones. Fue una escena tremenda, pero muy bien tratada. La verdad, Lorena (Muñoz, la directora) hizo un gran trabajo”.
"No recuerdo nada. Ni de ese día, ni del accidente. No creo que sea por una cuestión de estrés, sino por la edad".
Con respecto a qué guarda en su memoria de la fatídica noche en que fallecieron Rodrigo y su amigo, Ramiro Bueno confesó: “No recuerdo nada. Ni de ese día ni del accidente. No creo que sea por una cuestión de estrés, sino por la edad. El día que mi tío Ulises tuvo su primer Luna Park me quedé duro, porque en algún lugar mis recuerdos me decían que yo ya había estado justo en ese lugar del escenario… Esta película llena un poco el vacío que dejó la partida de mi papá…”.