"El miércoles voy a ir por última vez en mi vida a Belo Horizonte. ¡¡¡Pesadilla!!!", anunciaba Tití Fernández el lunes desde su cuenta de Twitter. Por las Eliminatorias para el Mundial de Rusia 2018, la Selección Argentina visita a Brasil en la misma ciudad a la que su hija Soledad volvía por la ruta desde San Pablo cuando murió en un accidente automovilístico, el 2 de julio de 2014, en plena Copa del Mundo de Brasil. Hace un año, el brasileño que conducía el vehículo que embistió de atrás su auto fue condenado a 5 años y 3 meses de cárcel, por homicidio culposo y abandono de persona. Pero el dolor por la pérdida sigue presente en Tití. "No sabés cómo duele tu ausencia, Sole. Te amamos. Nunca te vamos a olvidar", escribió al cumplirse un nuevo mes de su fallecimiento.
Ese recuerdo se hizo más latente que nunca cuando el papá de Sole volvió a la ciudad que le arrancó a su hija. Con el agregado de que esa pesadilla que anunció en la red social se hizo real por partida doble: primero, porque el avión tuvo un desperfecto por el que se demoró su salida de Ezeiza. Y segundo, porque tras llegar a la capital de Minas Gerais, sus compañeros de la TV Pública fueron robados. "Todo mal en Belo Horizonte. Llegamos 3 horas tarde. Robaron a los muchachos del canal, auto, documentos y plata. #CiudadNefasta #NuncaMas", escribió Tití.