Como referente musical y ejemplo de vida de muchos jóvenes humildes, el Pepo (41) preocupó a todos luego de que su mujer, Josefina Cuneo, revelara que el artista había vuelto a consumir drogas. Una semana después de la fuerte carta de la Pepa en Instagram, el Pepo visitó los estudios de Pasión de Sábado y se hizo cargo de su situación personal.
Sobrio y sin vueltas, Rubén Dario Castiñeiras, como figura en el DNI del cantante, admitió: "Lo que publicó Josefina fue un mensaje de amor desesperado ante un par de situaciones en las que cometí varios errores. No pude poner en palabras lo que me estaba pasando. Me confié. Dejé un montón de puertas abiertas a cosas que no tendría que haber dejado puertas abiertas. Yo había aprendido a decir ‘no, gracias’, y en un par de situaciones no lo dije. Creo que a ese entorno se refirió Josefina cuando reclamaba un bienestar para mí".
"Nunca abandonaría esta lucha. La comencé hace cinco años y quizá por algo pasan las cosas, como para reafirmar lo que uno viene haciendo. Para tomar conciencia de quién está al lado, quién sirve y quién no, volver a hacer un filtro".
Luego, el Pepo continuó en tono franco y mirando a la cámra: "Se dijeron un montón de cosas, pero nadie mintió ni utilizó la salud de un adicto para hacer prensa. Hubo un problema de una recaída de una persona adicta que está pasando por la recuperación de toda la vida, y que retomó el camino correcto. Gracias a lo que publicó mi mujer tengo el acompañamiento de toda mi familia. Mi familia siempre sabe que doy la cara y le pongo el pecho a las situaciones, que como todo guerrero, no me rindo. Porque lo que vale es que mi voz sea la de un montón de pibes que no se animan a decir que tuvieron una recaída, y eso se transforma en una bola que no para de crecer".
Firme, el músico aseguró: "Nunca abandonaría esta lucha. La comencé hace cinco años y quizá por algo pasan las cosas, como para reafirmar lo que uno viene haciendo. Para tomar conciencia de quién está al lado, quién sirve y quién no, volver a hacer un filtro. Seguir acompañado de la gente que me hace bien, hacer lo que me hace bien".
"El primer paso que dimos fue ir a una fundación a retomar grupos, con mi mujer, mi mamá y mi hermana. Gracias a Dios no llegó a ser un problemón, sino que lo agarramos de raíz y volvimos al camino correcto".
Al final, el Pepo explicó cómo encaró el problema con la ayuda de toda su familia: "El primer paso que dimos fue ir a una fundación a retomar grupos, con mi mujer, mi mamá y mi hermana. Gracias a Dios no llegó a ser un problemón, sino que lo agarramos de raíz y volvimos al camino correcto".