Con su sonrisa compradora, ojos pícaros y un lenguaje sorprendente para un nene de su edad, Valentino "Nino" Vena Morales (4) fue el protagonista absoluto de la visita de Ciudad Magazine a su casa.
En el marco de la sección #ExpertxsEnPañales, nos recibió su mamá Paula Morales (37) para contarnos más de su experiencia junto al pequeño de la casa, fruto de su pareja con Fabián Vena (51). Café y merienda de por medio, ambos se prestan a la charla que termina siendo súper espontánea y natural con la habitación del pequeño como escenario.
Él se puso su apodo porque cuando empezó a hablar solo decía la última sílaba de cada palabra, entonces se autollamaba 'No' y un día dijo 'Nino', y se señalaba. Nos pareció un gran apodo y le empezamos a decir así".
-¿Cómo surgió el apodo Nino?
-Él se puso su apodo porque cuando empezó a hablar solo decía la última sílaba de cada palabra, entonces se autollamaba "No" y un día dijo "Nino", y se señalaba. Nos pareció un gran apodo y le empezamos a decir así.
-¿Cómo es él?
-Nino es un niño muy alegre, todo es plan para él. Todo le interesa, todo quiere saber. Le encanta jugar: pegar figuritas, jugar con masas, armar rompecabezas, ama los dinosaurios. También se sabe todos los países porque los aprendió para el Mundial; y todas las banderas, además de todos los nombres de los dinosaurios.
-¿Y el jardín?
-¡Le encanta ir al jardín! De hecho no lo podés hacer faltar ni aunque esté enfermo, es un drama para él si falta.
-¿Cómo fue para vos ser mamá después de los 30 con tu segundo hijo y cómo habías vivido tu maternidad de Benicio (fruto de su pareje con Martín Lembo), hace ya 12 años?
-Fue diferente mi maternidad con Nino. No es lo mismo ser madre a los veintipico que a los treintipico. La segunda experiencia siempre es distinta también porque ya conocés un montón de cosas. Con Benicio tuve la típica depresión post parto muy fuerte. Con Valentino es como que ya venía preparada para todo eso y no me sucedió o fue bastante más leve. Lo que hacía era repetirme todo el tiempo "todo pasa", porque en el momento sentís que ya está, que va a ser todo un caos para siempre y la verdad es que después realmente pasa.
-¿Cómo viviste la etapa de la lactancia, en medio de esta depresión post parto de la que hablás?
-Me costó mucho con ambos. No tenía leche y los tenía las 24 horas prendidos a la teta. No podía ni comer ni bañarme, no podía hacer más que tenerlos porque si los despegaba, lloraban. Todo el tiempo necesitaban estar succionando porque al salirme muy poquito no llegaban a tomar bien, así que les tuve que dar complemento a los dos. Paralelamente yo tomaba gotitas de oxitocina, hasta llegué a tomar cerveza sin alcohol a la mañana en ayunas porque me habían dicho que eso generaba leche, tomaba pastillas de levadura, usaba el sacaleche a full, los ponía en la teta y usaba una jeringuita con leche para que pensaran que estaba saliendo de la teta. De todos modos les seguí dando hasta que se me terminó por completo.
"Nino tenía dos años y ya se sabía los textos de la obra Casa Valentina. Además, salía a saludar con una bata que le regaló Roly Serrano y obvio, cuando él salía aplaudían más todavía y le encantaba".
-¿Cómo te imaginabas a Fabián como papá junto a vos?
-La verdad no me lo imaginaba papá de varón porque lo tenía muy asociado a que él ya es papá de nenas (Vida y Cielo, de 10 años, fruto de su relación con Inés Estévez). Y me parecía genial. Y como papá de varón también es genial, la verdad. Con cada uno tiene sus códigos y sus juegos, su manera de relacionarse. Por ejemplo con Valentino juega al fútbol todo el tiempo. Apenas Valentino llega del jardín o Fabián de trabajar, se ponen a jugar ¡en el living! Así lo tengo como lo tengo, todo destrozado... Juega con Fabián y también con Benicio.
-¿Cómo es la relación de Nino con tu papá, su abuelo Víctor Hugo (Morales)?
-Se lleva muy bien con el abuelo, pero se pelean mucho porque el abuelo lo pelea, le encanta pelearlo y molestarlo y a Nino también, entonces es como su código. Pero se adoran.
-Lo vemos súper desenvuelto e histriónico, ¿lo ven interesado en lo artístico?
-Mirá, Nino va al teatro desde muy chiquito, a ver obras y a acompañarnos a nosotros en camarines y todo. Tenía dos años y nos acompañó a la gira de Casa Valentina por toda Argentina. Se sabía los textos de la obra con dos años y ahí empezamos a pensar que puede que sea actor porque aparte era fanático y salía a saludar con nosotros al final, estaba esperando todos los días ese momento. Y como todos los hombres salían con bata a saludar, Roly Serrano le regaló una a él y salía a saludar con la bata chocho de la vida. Aparte cuando él salía aplaudían más todavía y le encantaba.