A finales de marzo del año que viene, Paula Kohan se convertirá en mamá de una bebita. La actriz, que sueña con la maternidad desde hace mucho tiempo, está feliz por la pronta llegada de su primogénita pero también haciéndole frente al duelo por la muerte de su padre.
Paula contó que a dos meses de haber quedado embarazada, en pleno festejo por la noticia, su papá falleció y la angustia se apoderó de ella. "La veníamos buscando y sucedió en este momento tan particular porque quedé embarazada y a los 2 meses falleció mi papá. Fue muy duro atravesar la despedida. Fue muy dolorosa y a la vez estoy en paz por haber logrado que se fuera sin dolor, en su casa y respetando sus deseos", contó en diálogo con La Nación.
"La veníamos buscando y sucedió en este momento tan particular porque quedé embarazada y a los 2 meses falleció mi papá. Fue muy duro atravesar la despedida".
En la misma línea, la actriz lamentó que su papá muriera antes de conocer a la beba. "Mi deseo era que mi papá pudiera conocer a su nieta y tuve que aceptar que ya no quería más. Se enteró de mi embarazo y se puso contento, pero cada vez que le sacaba el tema, él no quería saber de más. Yo sentía que si hablábamos de eso, a él le exigía seguir vivo para experimentarlo y es lo que no quería", expresó.
Además, contó que cree que la cuarentena y este contexto tan delicado "marchitó" a su padre: "Tenía 94 años, pero estaba impecable antes de la cuarentena: lo que mató a mi papá es el encierro. Es muy fuerte para la gente mayor que es activa y tiene una rutina. Más allá del virus, se marchitó anclado en su casa sin su independencia, su cafecito, su gimnasia, sus amigos. Yo iba tres veces por semana y mis hermanos también, pero quizá no era suficiente".
"Mi deseo era que mi papá pudiera conocer a su nieta y tuve que aceptar que ya no quería más. Se enteró de mi embarazo y se puso contento, pero cada vez que le sacaba el tema, él no quería saber de más. Yo sentía que si hablábamos de eso, a él le exigía seguir vivo para experimentarlo y es lo que no quería".
Antes de cerrar, la actriz contó cómo hace para transitar emociones opuestas: la felicidad por la pronta llegada de su hija y la angustia por la muerte de su papá. "Estoy muy bien rodeada de afecto, de mi psicoanalista y de mucho trabajo personal que me hizo despedirlo bien. Estuve hasta el último segundo con mi papá, lo acompañé con mis hermanos y la tristeza es muy grande, pero tenemos la paz de haber hecho las cosas bien. Y que se haya ido sin dolor es lo que más tranquilidad me da", sentenció.
¡Fuerza!