Del otro lado del teléfono, se escucha una voz dulce y serena. Es la voz de una mujer que supo caminar por encima de los prejuicios para marcarse un camino -el que soñaba- en lo profesional. La misma mujer que, hecho camino al andar, también aprendió a ponerse de pie cuando en mayo de 2013 sufrió la triste pérdida de un embarazo, a días de dar a luz.
Con el amor de su marido, Ricardo Pini (42), con quien tiene a sus hijos Luca (6) y Sofía (1 año y medio), Laura "Panam" Franco (41) le hizo frente a cada adversidad para seguir conquistando entre los más chicos, y vivir a pleno la llegada de Bautista, el nuevo integrante de la familia.
Dice que la clave de su éxito es "mostrarme tal cual soy" e "inspirarme en lo que me rodea para convertirlo en música". En una nota exclusiva a Ciudad.com, una de las animadoras infantiles más queridas deja (sólo por unos minutos) el mundo de colores, disfraces y los juegos para hablar de los difíciles momentos en los inicios de su carrera, el amor de los pequeños y de cómo maneja la ansiedad antes de dar a luz. Entonces, así, mano a mano al teléfono, la charla se dispara...
-Nos enteramos que estás en reposo, ¿cómo te sentís?
-Estoy en reposo porque el embarazo es de alto riesgo, entonces me recomendaron que lo haga. Por eso en diciembre dejé de trabajar y estoy esperando a ser mamá otra vez el 10 de marzo. Me siento bien. Es una bendición tener otro hijo y más después de todo el antecedente, pero la estoy pasando mejor que el embarazo anterior porque Sofía ya trajo pura alegría a mi casa. Es el último tramo y los nervios están, pero estoy tratando de descansar lo máximo posible en mi casa.
"Estoy en reposo porque el embarazo es de alto riesgo, entonces me recomendaron que lo haga. Estoy esperando a ser mamá otra vez el 10 de marzo. Es una bendición tener otro hijo y más después de todo el antecedente".
-¿El miedo sigue latente o pudiste relajarte?
-(Hace una larga pausa) Yo tengo fe total de que todo va a salir bien. Estoy en manos de Dios y siempre digo que sea su voluntad, pero trato de ser positiva: poner toda la energía, todo el amor y toda la mente en positivo y pensar que va a salir todo bien. Pero es el último tramo y estoy manejando la ansiedad. Porque aunque estoy de reposo, ¡la cabeza no descansa nunca! Sigo generando cosas porque estoy preparando las canciones para el show nuevo. Y entre canción y canción, siempre hay gente conocida que quiero y tal vez me piden que ponga mi granito de arena en lo que están haciendo. Me pasa, por ejemplo, que a Edith Hermida le hice una cortinita para Canal 26; y a ahora a Santiago del Moro para su programa de radio, El club del Moro. Estoy contenta porque al menos me voy entreteniendo con lo que me gusta hacer.
"Me sana, me salva y me alegra trabajar. Es algo que me da felicidad entonces no lo tomo como un trabajo. Disfruto de hacer lo que me gusta y me hace bien, me mantiene la cabeza ocupada y con una energía linda siempre".
-Me imagino lo importante que debe ser tu familia en todo este proceso…
-Sí, son mi contención total. Luca ya tiene 7 y es un bombón; y Sofi está por cumplir 2 años, así que tengo para entretenerme.
-Viene un integrante más a la familia y lo debés vivir de manera distinta al primero, ¿ya estás canchera con toda la nueva rutina que requiere un bebé?
-Una se va entrenando. No es lo mismo ser mamá primeriza que haber pasado por un cuarto embarazo. Me siento más relajada y uno va cumpliendo años y va adquiriendo más experiencia, tomando más confianza. Como mamá, vas aprendiendo cada hijo.
-Componés, te gusta estar en todos los detalles y no parás de generar cosas, ¿cómo se hace con hijos tan pequeños?
-Lo que pasa es que a mí me sana, me salva y me alegra trabajar. Es algo que me da felicidad, entonces no lo tomo como un trabajo. Disfruto de hacer lo que me gusta y me hace bien, me mantiene la cabeza ocupada y con una energía linda siempre, pensando en cosas para los demás o para mí. La verdad es que me hace bien generar y también dar trabajo, escribir mis temas junto a Carlos Tarrio, el responsable de la música, proponer un juego nuevo para los chicos. Trabajo desde los 15 años y para mí es algo natural.
"La verdad es que no pensamos en la familia numerosa o en tener más hijos. Después de todo lo que hemos vivido, este hijo fue como Sofía, otra bendición de Dios".
-¿Pensás en la familia numerosa?
-La verdad es que no pensamos en eso o en tener más hijos. Después de todo lo que hemos vivido, este hijo fue como Sofía, otra bendición de Dios. Un hijo siempre es una bendición y no podemos desafiar al destino, por eso le pido a Dios que me cuide. Estoy llena de ilusión por ser mamá por tercera vez y que se quieran los hermanitos (se ríe).
-En tus canciones hay muchas partes de tu vida personal.
-Sí, ya estoy pensando en una canción que se llame "Hermanos". Eso también me ayuda a que mi hijo no se ponga celoso porque, como es el más grande, estoy jugando con él a hacerles una canción para los hermanos y que él los cuida por ser el más grande. Entonces ya lo tengo entretenido con ese tema y se cree Iron Man (se ríe).
-¿Tus hijos son la principal fuente de tu inspiración?
-Obvio. Desde que fui mamá por primera vez, ellos me hicieron crecer en todo sentido: como madre y en lo artístico también porque empecé a agarrar una veta más cotidiana y ver lo que les gusta para buscar la manera de convertir eso en canción. Por ejemplo a Sofi le gustan las vacas, entonces le estoy haciendo un tema: La vaca mu, mu, mu. Siempre digo que musicalizo mi vida.
-¿Te permitís dejar fluir todos los sentimientos que te van surgiendo arriba del escenario?
-Sí porque los chicos me han salvado de todo, porque he pasado momentos tristes pero también los más felices y fue compartido con ellos. Como un momento en el que tuve que llorar mucho, escribí el tema Ya pasó, y ahora las mamás lo usan como consuelo para sus hijos. Así con un montón de canciones que me van identificando en diferentes etapas pero que las escucho ahora y están tan vigentes como el primer día. Ya son casi dos generaciones las que me vienen a ver y eso me motiva a seguir creando.
"Los chicos me han salvado de todo porque he pasado momentos tristes pero también los más felices y fue compartido con ellos".
-¿Que opinás de las famosas que quieren dedicarse a la animación infantil?
-Siempre tiro buena onda porque es lindo que se dediquen a lo infantil y que tengan la energía en eso, porque hay que dedicarse realmente. No me gusta ser prejuiciosa porque lo fueron conmigo así que trato de ser todo lo contario: ser generosa con toda la gente que quiere hacer infantiles. Lo que hago es concentrarme en mí, crear cosas nuevas y de mostrarles propuestas de juegos nuevos a los chicos. Además de dejar un mensaje, dejar un juego. Me encanta bajar valores pero jugando. Ahora estoy haciendo un tema que se llama "Qué pareja despareja", habla de que no existen las diferencias, que una lechuza se puede enamorar de un delfín. Para ese tema me va a acompañar Lizy Tagliani. Me parecía lindo incorporar un personaje como ella porque es desprejuiciada y siempre apuesta al amor.
-Y en retrospectiva: ¿fue muy difícil la primera etapa, cuando te lanzaste al público infantil?
-Los primeros meses había mucho prejuicio. Nadie daba ni dos pesos por mí, pero enseguida los chicos me dijeron que sí y eso fue lo más importante. Ellos te suben o te bajan el pulgar, y son los que te mantienen. Me fui armando y preparando con grandes maestros y me rodeé de mucho talento y gente brillante. Siempre le agradezo a mi maestro y socio, Carlos Tarrío. Traté de aprender lo máximo, tomar herramientas y después ver lo que me iba dictando el corazón.
-¿Cuál creés que la clave de tu éxito?
-En mi caso creo que funcionó ser yo misma, que no hablo de otros. Siempre traté de desdramatizar todos los golpes de la vida y de ponerme de pie. Me rodeé de mi familia y del amor de los chicos que, desde el primer día, es incondicional. Y de las familias que me abren las puertas de las casas para que juegue con ellos. Yo les cantó a los papás, a los abuelos, a los chicos; hago partícipe a toda la familia. A veces, los grandes se saben más las canciones que los hijos. Siento que mi programa no es para una edad determinada, escribo para niños de 0 a 99 años.
"Nadie daba ni dos pesos por mí pero enseguida los chicos me dijeron que sí y eso fue lo más importante".
-¿Tenés algún sueño por cumplir?
-Mi deseo ahora es que nazca Bautista y tenerlo en mis brazos, que esté con los hermanitos y seamos felices de verlo crecer. Nada se compara con eso...