En 2002, Viviana Colmenero fue la revelación de esa temporada de Gran Hermano. En aquella edición del reality, la tercera en la Argentina, la participante confesó que se dedicaba a la prostitución, que estaba buscando una salida y que el reality le ofrecía una oportunidad para cambiar su vida. El público terminó eligiéndola como ganadora y se llevó $200 mil pesos como premio (al cambio de ese entonces fueron unos 70 mil dólares). Sin embargo, tras comprarse una casa, el dinero se acabó y hoy, 13 años después, la exparticipante trabaja como "mantera" en la calle.
A través de Twitter, un usuario fotografió a la exparticipante del reality vendiendo bijouterie y artesanías creadas por ella misma en una avenida del barrio porteño de Belgrano, más precisamente en Cabildo y Juramento. Un microemprendimiento al que llamó Joyas en un mundo de fantasías y que también promociona desde su cuenta de Facebook.
Desde su salida del reality show, Viviana Colmenero buscó hacerse un lugar en los medios sin demasiada suerte. Hoy también se dedica a la astrología y en agosto de 2014 se convirtió en madre por segunda vez de Ciro.